Una doble dosis de independencia, vitalidad y excitación que da como resultado un temblor permanente, y ocasionales terremotos.
Librepensadores ambos y también manirrotos por igual, Aries y Acuario sólo disputarán cuando toque decidir a quién le corresponde el último desafío, y quién es el que manda, pues ambos asumen ese derecho como algo natural.
Y cuando la rivalidad llega al dormitorio…, la excitación es segura.
Aunque los astros los marcan para el éxito, estos dos seres pueden tener problemas cuando el fogoso Aries empieza a anhelar que Acuario sea más demostrativo, y tal vez más sincero.
Pero una conversación abierta puede resolver las cosas, si Acuario se atreve a sacar sus emociones de la caja fuerte donde las guarda, y si Aries se aviene a no ser tan mandón.
No deben permitir que la complacencia se meta entre las sábanas.