El niño Acuario

Cuentan viejas canciones infantiles inglesas que, según sus escarpines sean azules o rosados, tu bebé estará hecho de distintas cosas a cual mas mágica y divertida. Pero si, niño o niña, tu bebé nació en febrero, vístelo con un gorro de color azul marino y escarpines azul eléctrico y olvídate de las antiguas canciones. Tu niño está hecho de la materia prima de Urano, y vas a tener que correr en pos de él hasta el futuro.
Es un estremecido, sensible, obstinado e independiente manojo de inventiva e impulsos eléctricos. Aunque tenga un lento y cuidadoso ascendente Tauro, su proceso mental tendrá la rapidez del relámpago uraniano. Sus pensamientos vibrarán como ondas de radio de alta frecuencia y, a medida que tu hijo crezca, tendrás ganas de enviar tú mismo un SOS.
Todos los padres y todas las madres piensan que su hijo es especial, diferente y único, comparado con los demás de su edad. Pero con este la situación es ridícula. Son muchísimos los padres de algún pequeño Acuario que piensan que deben mandarlo al campo, donde no asuste a los vecinos, o bien empezar a anunciar como sin darle importancia que probablemente algún día ganará el premio Pulitzer. ¿Qué camino elegir? ahí tenéis realmente un problema. El Pulitzer es posible, pero yo os aconsejaría que durante unos cuantos veranos probarais con la granja, para ver que pasa. Observar y esperar. Es probable que invente un arado nuevo, o simplemente que arrase con todo. Depende; con Acuario nunca hay reglas fijas e invariables.
Se de una madre neoyorquina que se limitaba a llamar a su hijo de Urano “la maravilla del Bronx” y dejar las cosas así. Por lo menos, sus familiares y vecinos, estaban tan despistados como ella. Nadie sabía si el apodo quería decir que el crío tenía tres cabezas o que iría de cabeza al Hall of Fame. Como resultó que era bastante buen jugador de baloncesto, la mayoría de la gente pensó que a eso se refería el rótulo, pero se apresuraron. La historia no terminaba ahí: actualmente, Acuario oscila entre componer la música para un proyecto de espectáculo que puede terminar tanto en Broadway como en el cesto de los papeles, hacer papeles secundarios en películas policíacas u ofrecerse para anuncios televisivos. (De esos que necesitan hombres de tipo marciano para enfoques de platillos volantes, en filmes de promoción de ventas de coches.) También está trabajando en un invento, en su dormitorio (mientras sigue por televisión un partido de béisbol y se come un sándwich), pero dado que no le ha contado a nadie de que se trata, no puedo darte mas datos. Como tiene cierta inclinación hacia los relojes de todos los tamaños, es posible que tenga algo que ver con una máquina del tiempo (una obsesión común entre los Acuario). En fin, ya veremos. No corre prisa. Son muchos los Acuario que no empiezan a esparcir las eléctricas chispas de su genio sobre un mundo esperanzado hasta que llega el fin de la adolescencia, allá por los cincuenta. Tan larga espera puede resultar un poco agotadora para los nervios. Claro que hay unos cuantos niños prodigio entre los Acuario, pero ya es suficientemente difícil calcular lo que puede pasar con tu retoño medio del signo (y al hablar de medio lo hago en sentido muy general).
Tal vez termine trabajando para el FBI o para alguna agencia privada de investigaciones, ya que le encanta resolver misterios, pero también puede ser un ciudadano común, sensato, conservador. (No contengas el aliento, que también es una posibilidad.) Pero si puedes tener una laboriosa ocasión de imprimir cierta dirección al cohete de Urano.
Hasta que la madurez suavice las influencias de su planeta rector, y la sociedad le imponga actitudes más convencionales, un niño Acuario puede tener un fuerte sentido de contradicción. Su reacción inmediata ante una orden –e incluso ante una amable sugerencia– es con frecuencia un errático “no”. Pero si le dejas que lo piense y lo rumie, es sorprendente la cantidad de veces que su reacción final será sensata y que encontrará por sí mismo una respuesta correcta y aceptable.
Son niñas y niños que si bien son superficialmente tranquilos y dóciles, el viento del norte puede ponerlos repentinamente patas arriba… aunque, con Acuario, podría ser arriba patas; se puede esperar cualquier cosa. Impredecibles en cuanto a su comportamiento, pero encantadores, y con frecuencia divertidos, los niños de febrero pueden ser tan difíciles de manejar como una hélice en movimiento. Si me valgo de esta analogía es porque los Acuario y Urano rigen el vuelo, los aviones, Charles Lindbergh y cosas por el estilo. Pero son seres tan llenos de contradicciones que, en vez de tomarse el vuelo como algo natural, muchos de ellos tienen un miedo extraño e irracional a los aviones y los ascensores, e incluso a la electricidad (también regida por Urano). No es fácil dirigirlos ni canalizarlos. No tienen la menor idea de hacia dónde van, pero si las tienen, y muy definidas, sobre la forma de llegar.

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