Confección de amuletos

La confección de un amuleto ha sido siempre tarea de los magos, sacerdotes, hechiceros, brujas, brujos, maestros, ascendidos, etc. Usted se preguntará cómo es posible que algunas veces con un buen deseo de por medio puede uno magnetizar un elemento para que lleve todo los buenos deseos a su portador. Pero la respuesta es sencilla.
Sucede que cuando una persona trabaja con energías está más impregnada de ciertas sutilezas espirituales, que puede transmitir a través de los objetos. Conoce su arte, y puede aplicarlo.
Siempre que se busque un talismán o un amuleto, se deberá hacer «bendecir» por otra persona que esté en un nivel superior de quien lo quiere portar. Puede ser un sacerdote de su religión, que impondrá sus manos en los objetos permitidos dentro de su culto, o alguien que practique alguna rama especial de conocimientos espirituales. Por supuesto que es usted quien deberá decidir a quién darle el objeto para que lo bendiga.
En el caso de comprar o confeccionar un amuleto para otra persona o para sí mismo, deberá efectuar estos simples pasos:
1. Compre una vela de color blanco.
2. Úntela con aceite perfumado, como, por ejemplo, esencia de sándalo.
3. Enciéndala en un lugar seguro.
4. Colóquela sobre un plato.
5. Rodee el plato con polvo de hojas secas de laurel.
6. Haga una oración a media voz a su guía espiritual o santo de su devoción.
7. Cerca de la vela, coloque el amuleto que quiere trabajar, con cuidado de que no vaya a estar muy cerca como para quemarse.
8. Deje que se consuma toda la vela.
9. Luego perfume su amuleto con el aceite que usó para la vela y deje su amuleto por espacio de una hora expuesto a los rayos del sol matutino.
10. Envuélvalo después con una tela de color azul, o del color que requiera su amuleto, y guárdelo por espacio de veinticuatro horas, al cabo de las cuales podrá usarlo tranquilamente en la seguridad que esas energías sólo trabajarán para usted.

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