El hombre Aries 2

El hombre Aries es rebelde por naturaleza. Le encanta desafiar a la autoridad, y piensa que el nació mas vivo que todos los demás. Es posible que eso sea así, pero a la mayoría de la gente no le gusta que se lo digan. A consecuencia de su forma temeraria de imponer su superioridad, es posible que más de una vez se pele la frente. Como él necesita conducir y se niega a ir detrás, los que tienen mas poder que él le darán mas de una vez una lección de humildad. En esas ocasiones, tú sales ganando, porque a ti recurrirá en busca de consuelo y seguridad para su yo magullado. Entonces te darás cuenta de que su fachada confiada y agresiva oculta un complejo de inferioridad, pero el preferirá morir antes que admitirlo. La mujer que trate con suave y absoluta devoción su pulverizada confianza es la que cuenta con más posibilidades de conservar su afecto. Jamás cometas el error de estar de acuerdo con su momentáneo enemigo, ni de intentar ser justa y ver la otra cara de la situación conflictiva. Tú debes amar lo que él ama y odiar lo que él odia. En el amor y en la amistad, Aries exige la misma lealtad orgullosa e incondicional que él brinda. Es su código, y si no puedes ajustarte a él, búscate otro hombre.
En la naturaleza de Aries no hay lugar para tretas sutiles. No es nada difícil reconocer cuando, para un hombre de este signo, una relación se ha terminado. La frialdad y el aburrimiento en su voz y en sus modales serán inconfundibles, y generalmente irán acompañados de una sincera declaración que exprese las cosas con cristalina claridad. Por otra parte, una fogosa explosión de có1era es menos grave, y significa que su disgusto no es, probablemente, mas que un estado de animo pasajero y que el romance puede salvarse. Con los Aries, el hielo es más temible que el fuego.
A los hombres de Aries no les gustan los juegos. Aries enfoca las cosas de forma directa, tanto en el romance como en los negocios. Una vez que el amor ha sido reconocido, Aries no perderá un segundo, pero cuidado: deja que quien lo reconozca sea él. No le persigas, no le llames frecuentemente por teléfono, no le mires embelesada ni le declares tus sentimientos hasta estar del todo segura de que la pasión es recíproca. La manera más rápida de perderlo es tomar la iniciativa. En eso, como en todo, el líder tiene que ser él, y si no se lo permites, puede desinteresarse con una rapidez tal que te dejará tan atónita como aplastada. Sin embargo, cuando ya estéis comprometidos en firme, no te muestres demasiado indiferente, porque buscará en otra parte quien le preste atención. Con un Aries, el amor es como caminar por la cuerda floja entre un cálido interés y un desapego distraído. Tendrás que ser prácticamente una artista del trapecio. No corras tras el, pero tampoco le huyas. Cuélgate una mascota al cuello, búscate un trébol de cuatro hojas y pídele un deseo a la primera estrella. Con eso conseguirás tanto como con una estrategia metódica y formal, y probablemente mas. Incluso después que seas suya, tienes que mantenerle en suspenso. Al mismo tiempo, Aries necesita la seguridad de que tu amor sigue presente. Aprende a vivir así… o aprende a vivir sin Aries.
En cuanto a lo positivo, aunque tu amante Aries insista en ser el primero en la relación, será también el primero en decir que lo lamenta cuando hayáis reñido, y el primero en estar a tu lado cuando le necesites. Cuando estés enferma o triste, no se separará de ti. Para complacerte gastará el dinero con prodigalidad y buena disposición (si es un típico hijo de Marte). Te hará un cumplido por tu aspecto externo, apreciará tus capacidades y será un compañero mentalmente estimulante. Por más que pueda ser mandón y perder los estribos por una bagatela, rara vez dejará que el Sol se ponga sobre su ira, sin hacer las paces. Tú serás lo más importante de su vida, pero él espera que tú lo sepas, y espera recibir afecto y atención cuando está excitado por alguna idea nueva que se apoderó de su interés. Quiere ser él todo tu mundo, pero a diferencia de otros hombres, si tú eres su igual te dejará que compartas el suyo.
El varón Aries espera que la dama de sus sueños sea al mismo tiempo ultra femenina y desenvuelta. La quiere completamente independiente, pero dispuesta a marchar unos pasos detrás de él. Espera que le elogien y le demuestren devoción, pero sin entrar jamás en el papel de humilde esclava. ¿Todavía estás conmigo? Bueno, que muchacha tan valiente. Pero hay más. Aries es capaz de decir cosas amargamente crueles y sarcásticas cuando su yo está herido, cosas que él dice sin la menor intención, pero que a ti pueden destrozarte el corazón si no lo entiendes. Y después esperará que le perdones y que te olvides con la misma facilidad que él. Tendrán que gustarte todos sus amigos, aunque él se reserve el derecho de aburrirse con los tuyos, pero lo que querías era un hombre, ¿no? Y en tu compañero Aries sin duda lo has encontrado. Si eres una mujer de verdad, vuestro amor puede ser la envidia de todo el pueblo, como el de Romeo y Julieta (sin la tragedia, claro).

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