¡Ni un segundo de aburrimiento! Con un padre que es todo acción, el niño Aries prosperará bajo el ala de alguien que tiene tantos y tan diversas inquietudes. Cuando este dúo no está rugiendo y brincando por el jardín, está de expedición o probando el último juego soñado por papá Aries.
El problema es que este padre puede establecer cotas imposiblemente de alcanzar, y aunque el pequeño Aries hará todo por lograrlo, su impulso interno podría quedar dañado de por vida si no llega a los niveles de éxito de su padre, de modo que es esencial un toque de realismo.
Un padre Aries preferirá enfrentarse a una manada de elefantes en estampida que al más simple tema emocional. Si su hijo parece contrariado, lo arrastrará a la feria o a la piscina en vez de sentarse a mimarlo y a darle confianza. También se impacienta y enoja fácilmente con su descarado hijo, y aunque adora a su familia, no está preparado para abandonarlo todo -a veces ni siquiera algo- por ella.
Los dos Aries, el mayor y el menor, son rudos, orgullosos y competitivos, y este padre no ofrece la calma, los cuidados y la comprensión que podrían ayudar a suavizar las aristas y la agresividad natural de su hijo.
Al menos, no los ofrece sin que medie un gran esfuerzo. Pero con ese talento compartido para la creatividad y el encanto, este par es deportivo, espontáneo y capaz de darse mutuamente el espacio que tanto necesitan ambos. Entonces, ¿qué importa si papá Aries no puede enseñarle a ahorrar al joven Aries? ¡De cualquier modo aprenderá a gastar!
