La mujer Aries

Cuando Byron escribió que el amor del hombre es cosa aparte de la vida del hombre; para la mujer es toda su existencia, se olvidó de que había mujeres Aries. Una mujer Aries puede pensar que el amor es toda su existencia, pero está demasiado absorta en el mundo que la rodea, por no hablar de lo vitalmente absorta que está en sí misma, para que el amor sea realmente el comienzo y el final de su vida. Aries puede pasarse sin un hombre más fácilmente que cualquier otra mujer.

Claro que pasarse sin un hombre no significa pasarse sin romance. La mujer Aries necesitará siempre de ese héroe de sus sueños por quien suspira en su corazón. Es posible que esté muy lejos en el tiempo y en el espacio –o simplemente invisible e inaccesible, oculto en las nieblas del mañana–, pero en una lluviosa tarde de abril, nuestra amiga estará pensando en él.

Rondará sus pensamientos cuando caiga la primera nevada, cuando ella escuche cierta canción o vea destellar un relámpago. Sin embargo, por más que suspire por él, si no se da en forma inmediata la presencia física de un varón, la mujer Aries no le echará terriblemente de menos. Cualquier cosa que él pudiera hacer, yo puedo hacerla mejor: eso es lo que ella piensa.

La mujer Aries se abre sola las puertas. También se pone sola el abrigo, libra sus propias batallas, se aparta ella sola la silla, llama el taxi y se enciende el cigarrillo sin necesidad de ayuda masculina. Para ella, hacerlo sola es la manera mas rápida de hacer algo.

Naturalmente, no es una actitud que guste demasiado al vulnerable ego masculino.
La joven marciana está decidida a tomar la delantera, a ser la primera en emprender la acción, y en ello incluye tomar la iniciativa para empezar un romance. Entre todos los signos solares, son las mujeres Aries las que más probabilidades tienen de declararse, especialmente si el hombre no se decide a hacerlo.

Y, amigo mío, ese es el único momento en que puedes demostrarle sin peligro tus sentimientos: cuando ella se te declare. Si lo haces antes, estás corriendo un albur. Ten mucho cuidado con tus iniciativas cuando la chica es Aries, porque a ellas les gusta dirigir la relación amorosa. Mas vale que te asegures bien de haberte metido su corazón en el bolsillo antes de intentar rodearle la cintura con un brazo y darle un beso de despedida, porque si no, es posible que te lance un gancho de derecha en la mandíbula y huya como una cervatilla asustada.

Pero no te confundas. La razón de su huida no es su modestia virginal, ni el miedo a tus apasionadas intenciones. Con eso puede arreglárselas muy bien. Si escapa es por el temor de verse complicada con un esclavo reverente o con un cachorrito enamorado, porque cualquiera de esas cosas le arrancaría lágrimas de aburrimiento.

Muéstrate indiferente, mantenla en la incertidumbre, y lo más probable es que sea ella quien te arrincone. Un hombre que se resiste a su influencia es siempre seductor para una Aries, que no puede entender que él no está fascinado por sus indudables encantos. Entonces, su naturaleza marciana no dejará piedra sin mover para demostrar que ella es deseable, aunque él no le despierte ningún interés duradero.

La mujer Aries

Vivien Leigh personificando a Scarlett O’Hara (típica mujer Aries) en la legendaria película «Lo que el viento se llevó»

El arquetipo de la mujer de este signo es Scarlett O’Hara. Como ella, la joven Aries conseguirá tener a sus pies a todos los varones existentes en ciento cincuenta kilómetros a la redonda, mientras su terco corazón se derrite por el único hombre que, por la razón que fuere, le resulta inaccesible.

Como Scarlett, la mujer regida por Marte es capaz de adaptarse rápidamente para sobrevivir, para hacer frente a un ejército que avanza y para, con helada tranquilidad, atravesar de un balazo la cabeza de quien signifique una amenaza para sus seres queridos.

El momento en que Scarlett muestra mejor las características del signo es cuando hambrienta, sola y sin amigos, sin aguantar a que un hombre corra en su auxilio, levanta los puños al cielo para gritar. Y mucho después, con el corazón destrozado, muerta la hija que amaba y cuando el único hombre que ha amado en su vida está a punto de abandonarla, esta mujer típica de Aries todavía es capaz de decir: <>.

Si, Scarlett O’Hara nos da una nítida imagen del primer signo solar del zodiaco, con toda la fuerza de Marte y con su capacidad para rehacerse de la tragedia; apta para desempeñar hasta sus últimas consecuencias el papel femenino, con sus caídas de ojos y una oportuna lagrimita, pero igualmente capaz de hacer un trabajo de hombre cuando no hay hombre a mano. Un cuidadoso estudio del personaje Scarlett permitirá al lector tener una clarísima imagen de lo que le espera con una Aries… y, naturalmente, también de las recompensas que puede esperar después de haber tenido la valentía de cortejarla. Es posible que su impulso agresivo sea difícil de soportar, pero su radiante optimismo y su fe en el mañana pueden resultar muy estimulantes.

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