El año de la Serpiente

El año de la Serpiente parece tranquilo en la superficie pero, en realidad, muchos de los desastres y calamidades cuyas semillas estaban enterradas durante los excesos del año del Dragón se manifiestan ahora, en el año de la Serpiente.
A la serpiente le gusta solucionar los conflictos y, si no consigue llegar a un acuerdo pacífico, atacará. (El ataque furtivo de Japón a Pearl Harbor tuvo lugar en el año de la Serpiente, y el almirante Yamamoto dijo que temía que se hubiera despertado a un dragón durmiente.)
Es, sin embargo, un año muy favorable para el comercio, la industria, la ciencia, la tecnología y las artes. Tras muchos recelos y largas negociaciones muy meditadas, se logran alcanzar soluciones y compromisos. Ése es también un período propicio para el cortejo, el amor y los escándalos de todo tipo.
La música y el teatro florecen, y la elegancia sofisticada está a la orden del día. Es un año marcado por lo imprevisible. La Serpiente parece moverse con lentitud, pero, una vez que se la despierta, ataca como un rayo.

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