Personalidad del Buey

La persona nacida en el año del Buey es tranquila, fiable y paciente. Aunque los nativos de ese signo son con frecuencia testarudos y parciales, también son decididos y valientes. Son tradicionales, metódicos y siguen los patrones establecidos en su manera de pensar y comportarse. Eso hace que resulten predecibles y faltos de imaginación. Los robustos y cumplidores bueyes no se fían de la suerte ni la astucia. Sus logros siempre son el resultado de la pura tenacidad, la laboriosidad y la determinación sistemática. Poseen una dignidad tranquila y un gran sentido moral, y, en general, son queridos y respetados por su honestidad, rectitud y falta de pretensiones. Son muy autosuficientes, no soportan pedir ayuda y nunca utilizan medios excusas para conseguir sus objetivos. Construyen las cosas para que duren, incluso la familia, y trabajan con diligencia para asegurarse la supervivencia y la prosperidad de la descendencia. Como sustento y cabezas de familia, su palabra es ley, y no toleran la insolencia o la rebelión, pese a que están muy orgullosos de los hijos y se preocupan mucho por ellos. El gobierno de la República Popular de China fue establecido en 1949, el año del Buey de tierra. Desde entonces, China ha progresado con paso lento y seguro, por medio del trabajo duro y la dedicación del pueblo, al tiempo que la disidencia, los cuestionamientos y las protestas se han deparado con un autoritarismo intolerante. Mao Tse Tung, una Serpiente, consiguió la victoria en el año del Buey; el Buey y la Serpiente están juntos en el triángulo de las afinidades.
Un buey que haya nacido durante el día será más agresivo y activo que uno que nazca durante la noche, de la misma forma que un buey nacido en invierno tendrá una vida más dura que uno nacido en verano.
Los bueyes son de constitución fuerte y raramente enferman. Son orgullosos, intransigentes y desprecian la debilidad. En la peor hipótesis, pueden carecer de compasión y ser distantes, rígidos y de mentalidad estrecha.
Los bueyes son ingenuos y torpes en los asuntos del corazón. Con su naturaleza pragmática y terrenal, tienen poco sentido de la seducción y de los refinamientos amorosos, y pueden no acabar de entender las escaramuzas y las seducciones del amor. A causa de sus maneras tradicionales, tanto los hombres como las mujeres nativos de Buey insistirán en largos noviazgos. Ambos tardan en abrirse y revelar sus sentimientos pero, una vez que se comprometen, son constantes y responsables.
Las mujeres del signo del Buey, al igual que todos los bueyes, son prácticas y sensatas, administran la casa severamente y verifican que las tareas se lleven a cabo concienzudamente. No demuestran en demasía sus propios sentimientos, pero son ideales como parejas: son honradas y dignas de confianza, así como muy trabajadoras.
Los bueyes tienen una memoria muy buena y detallista, por lo que es posible que alimenten resentimientos durante largo tiempo. Un buey herido puede volverse hosco y taciturno, y si sufre una desilusión amorosa es probable que se transforme en un ser solitario que dé mil vueltas a lo ocurrido y se encierre en el trabajo, como defensa para que no le hieran otra vez. Por otra parte, los bueyes tienen por principio cuadrar sus cuentas. No dejan una deuda sin pagar ni un favor sin devolver. No hablan demasiado, pues, para los prácticos bueyes, las palabras significan poco; lo importante son los actos.
A causa de su legendaria paciencia, a los bueyes les cuesta enfadarse, pero cuidado cuando lo hacen. Embisten como toros (o búfalos), y resulta imposible razonar con ellos o enfrentarse a ellos. No intentes torear a uno: sólo conseguirás salir corneado. Mantente fuera de su camino hasta que se calme.
El nativo del Gallo, vistoso y llamativo, es la mejor pareja para el nacido bajo el signo del Buey, pues le llenará la vida de color y luz. Ambos tienen en alta estima la autoridad, la eficiencia y el deber. El nativo de la Serpiente, con su serenidad y prudencia, así como el de la Rata, tan incansable y simpática, formarán igualmente buenas parejas, pues quieren al nativo del Buey por su formalidad y firmeza. Otra persona del signo del Buey, o del Conejo, el Dragón, el Caballo, el Mono o el Jabalí también es compatible. Los bueyes tendrán los en-frentamientos más acerbos con los pertenecientes al signo del rebelde Tigre o al de la inconstante Oveja, mientras que los nativos del Perro encontrarán a los del Buey aburridos, lentos, sin sentido del humor y obstinados.
Los niños del signo del Buey son, habitualmente, estoicos y robustos. Tienden a hablar tarde, a utilizar la fuerza física en una discusión y a mantener sin concesiones su intimidad. Les gusta la disciplina y las rutinas fijas, pues éstas les proporcionan la sensación de seguridad que necesitan. Al tener una naturaleza seria y taciturna, no muestran sus sentimientos con facilidad ni se inclinan por las bromas. Son en extremo ingenuos con respecto a las costumbres mundanas y necesitan el consejo y la protección de los mayores en esa materia. Tienen una paciencia y una perseverancia notables y son responsables y dignos de confianza.

Volver a Signo Buey