Personalidad del Cerdo

Los Cerdos son conocidos por su honradez, sencillez y perseverancia. Al igual que el nativo del Gato y la Cabra, buscan la paz y la armonía en su existencia. Fuertes físicamente, valientes, sensuales y galantes, son capaces de dedicarse a fondo al trabajo, y se puede confiar en ellos para que lleven a término todo lo que empiecen. Dada su abundante energía, trabajan y juegan duro. Atentos, generosos y leales, hacen amistades duraderas y disfrutan de las reuniones sociales de todo tipo.
Les encanta montar fiestas y recibir, y se regocijan cuando están en compañía de los amigos y los seres queridos. En su versión negativa, es posible que una desenfrenada búsqueda del placer los lleve al libertinaje y la depravación. Incapaces de controlar sus apetitos desmedidos, pueden corromperse y llegar a la degradación con facilidad, por obra de los que saben explotar sus debilidades.
El simpático Cerdo es totalmente digno de confianza. Es muy raro que los Cerdos tengan segundas intenciones, y a veces pueden ser inocentes e ingenuos en exceso, lo que ocasiona que a los demás les resulte fácil aprovecharse de ellos. Sin embargo, la suerte tiende a favorecerlos a causa de su naturaleza honrada, entregada y amable. Aunque tienen el genio vivo, les disgusta cualquier tipo de conflicto, y harán todo lo que puedan con el fin de aplacar o llegar a un acuerdo con los adversarios. Como amigos, están ahí para ayudar en lo que sea necesario, y todo lo que se haga por ellos lo devolverán en doble. A pesar de que son materialistas por temperamento, les gusta compartir lo que tienen, y sienten un auténtico placer al ver cómo los demás disfrutan con sus esfuerzos. Carecen prácticamente de defensas contra el engaño, por lo que muchas veces se les quita el dinero.
Son criaturas amorosas y sensuales, que se mueven por fuertes pasiones, con un vigor y una energía extraordinarios. Cuando aman, lo hacen con todo el corazón y son incapaces de esconder sus emociones. En consecuencia, muchas veces salen mal parados, y las heridas pueden durar años. Por otro lado, es posible que sean notablemente insensibles, pues el Cerdo posee un lado duro, por lo que son capaces de despachar los insultos, las acusaciones y las desavenencias con una risa o un alzar de hombros, y seguir como si nada. Sin embargo, si se les presiona demasiado, pueden reaccionar con una fuerza salvaje y resultar formidables como adversarios.
A causa de su incapacidad para negarse nada a sí mismos, al igual que a sus amigos y familiares, es probable que los Cerdos sufran por lo menos una quiebra a lo largo de la vida, o que lleguen al borde de ella, pese a lo cual tienen una gran capacidad para recuperarse y siempre se arreglan para hacer un retorno brillante. No parece que se tomen nunca los desastres muy en serio. El secreto de su éxito reside en su confianza inquebrantable, así como en su valor, generosidad y resistencia.
La mujer del signo del Cerdo es muy bien parecida y modesta. Aunque se abandona por completo cuando ama, tiende a hacerlo de un modo callado y hasta en secreto, y a adorar a alguien desde lejos con una devoción apasionada, sin que el destinatario de ese sentimiento lo sepa. La nativa del Cerdo dedica toda su energía a los que ama, y pide poco a cambio. Es confiada en extremo y muy pura en sus expresiones. Al igual que todos los Cerdos, o es sumamente limpia y pulcra o muy desaseada.
Los nativos del Cerdo formarán las mejores parejas con los del Gato y la Cabra. Con los del signo de la Rata, el Buey, el Tigre, el Dragón, el Caballo, el Gallo y el Perro, harán buenos emparejamientos secundarios. Es probable que dos nativos del Cerdo se encuentren demasiado parecidos y se aburran. Los Cerdos deberían evitar tanto a los nativos de la Serpiente como a los del Mono. El honrado e inocente Cerdo no estará a la altura de la astucia y maña de aquéllos. Los nativos del Cerdo experimentarán una animosidad más profunda y tendrán conflictos más duraderos, sobre todo, con los del signo de la Serpiente.
Los niños nacidos en los años del Cerdo son dignos de confianza, seguros y decididos. Al ser fuertes físicamente, son capaces de soportar sin quejarse el dolor y el sufrimiento, y son también valientes frente a la adversidad. No se desaniman ni se deprimen con facilidad. Poseen un temperamento apasionado, y les resulta casi imposible portarse con despego o despreocupación con las personas por las que sienten afecto. Si aman a los padres, adorarán el suelo que éstos pisan; en caso contrario, se reprocharán a sí mismos por no tenerles cariño. Requieren pocos cuidados, aunque les hace falta la seguridad de que, si necesitan apoyo, podrán contar con él. Son capaces de tomarse los reproches con tranquilidad, y los reveses les infunden un vigor renovado. Los niños nativos del Cerdo ponen toda su fuerza y dedicación en aquello a lo que se dediquen. Se ciegan por completo a los defectos de los que aman, y son sumamente leales con sus amigos.

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