Personalidad del Mono

En el popular clásico chino Viaje hada el oeste, Sun Hóu-Tzu, el rey Mono, representa los fallos humanos que pueden redimirse. El mono es una criatura dotada de una inteligencia humana, unida a la capacidad del hombre para engañar y timar.
Los monos son cálidos, llamativos y espontáneos, y tienen con frecuencia una sonrisa luminosa y un brillo juguetón y malicioso en los ojos. No podrás evitar quedar encantado con su compañía, pues los monos son expertos en hacerse simpáticos e indispensables. Son capaces de concentrarse mucho y de trabajar duro, y su inteligencia superior, percepción y notables habilidades hacen que puedan constituir una gran baza, si están de su lado.
La astucia y el atractivo inimitables del Mono son legendarios en el folclor chino. Ése es el signo no sólo del embaucador e improvisador, sino también del que motiva e inventa. Como consecuencia de su aguda percepción, los monos son excelentes críticos. Son listos, perspicaces, innovadores, muy flexibles, y asimismo aprenden con rapidez, pueden absorber información prontamente y solucionar problemas complejos con facilidad. Son capaces de resultar excelentes lingüistas. Poseen un sentido del humor retorcido y una fina percepción de las ironías y contradicciones de la vida.
Los monos tienen una personalidad viva y una gran alegría de vivir. Disfrutan no sólo del mundo a su alrededor, sino también, y además desvergonzadamente, de sus propios logros y astucia, y por supuesto resulta difícil quitarles el contento infantil que sienten por sí mismos. Estrategas brillantes e instintivos, con una inmensa confianza en las propias habilidades, no se echan atrás ante los desafíos (en verdad, disfrutan con ellos) y es probable que tengan éxito en todo lo que emprendan. Son muy competitivos y logran esconder sus sentimientos y planear sus movimientos muy bien, pues manejan al oponente con finura y firme elegancia.
Confían en la agilidad mental y en la habilidad, más que en la fuerza bruta. Quizá el héroe griego Odiseo, famoso por su astucia, fuese del signo del mono. La habilidad de los monos en materia de obtener dinero, éxito y poder es inigualable, y están siempre alertas a las oportunidades, a las cuales reconocen de inmediato, sin que importe cuan escondidas estén.
Nunca mientas a un Mono. Siendo ellos mismos unos maestros en el arte de la charlatanería, lo detectarían al instante. Por extraño que parezca, tienen a la verdad y la objetividad en alta consideración. Los monos son criaturas extremadamente sociables, con una confianza en sí mismos indestructible, y se tomarán el trabajo de desplegar buenas maneras, cortesía y una dignidad serena con el fin de congraciarse con los que tienen alrededor.
En el peor de los casos, pueden ser muy vanos, egoístas y egocéntricos, con una opinión demasiado buena de sí mismos, volcados por completo en sus propias personas y totalmente convencidos de que son más ingeniosos y sabios que nadie. En cualquier caso, pueden ser demasiado listos para su propio bien. No respetan como debieran a los demás, ni valoran sus logros. Como todo les parece llegar a los monos con facilidad y sin grandes esfuerzos, pueden tener un sentido desmesurado de sus propios derechos, dar a los demás por sentado y desinteresarse enseguida. Pueden tener un punto de vista y un comportamiento mercenarios y ser maestros en la venganza.
Sus maneras astutas y su personalidad ingeniosa pueden ocasionar suspicacia en los demás, que no se fiarán totalmente de ellos, por lo que con frecuencia se les juzga mal y se los acusa injustamente.
A los monos, las amonestaciones, las reprimendas y los insultos les traen al pairo. No les harán caso o los encontrarán muy divertidos y los interpretarán como siendo el producto de las debilidades de los demás, de la falta de percepción de éstos o de celos rencorosos a causa de su talento y bien merecida suerte. Eso no significa que se nieguen a aceptar las críticas. Una vez que hayan tenido tiempo para pensar sobre ellas, harán todo lo que puedan para rectificar la situación, pero no se debe esperar que se rebajen a admitirlas. Los monos luchan continuamente por perfeccionarse, y si las cosas están mal siempre las pueden mejorar. Tienen conciencia y pueden sufrir repentinos ataques de caridad y generosidad, a modo de reparación.
Los monos son unos intelectuales con memorias prodigiosas y una curiosidad implacable. Ningún problema es demasiado grande para ellos y, si no existe una solución aparente, se inventarán una. Si eso no funciona, sencillamente siguen adelante. Tienen un genio que no es sólo inventivo, sino práctico, y no se los ve empleando su tiempo en propuestas perdedoras o emprendiendo luchas inútiles. Son, en el fondo, realistas y maestros en el arte de la autopreservación, por lo que no dudarán en tomar la salida más fácil en una situación que no les sea favorable. Cuando se los acorrala o atrapa, lanzan mano de medios poco escrupulosos para escapar.
Pese a que de ninguna manera carecen de credibilidad, uno de los principales defectos de los monos es que pueden caer con demasiada facilidad en la tentación, mientras conciben una estrategia o se inventan argumentos que justifiquen sus acciones.
La mujer del signo del Mono es, con frecuencia, una belleza estimulante, viva y cautivadora, que se viste a la moda y es algo presumida con respecto a su pelo. Es alegre, segura, eficaz, llena de recursos e independiente, y también capaz de tomar la iniciativa y de actuar por sí misma. Es muy observadora y calculadora, y puede llegar a ser bastante entrometida, aunque resulta muy reservada con respecto a sus asuntos personales. No se la verá proporcionando información por su propia voluntad. Es muy competitiva y le motivan los incentivos, por lo que trabajará duro cuando vea una razón para ello. La mujer nativa del Mono tiene muchas veces una piel sensible, y se la puede herir con facilidad o presentar sarpullidos si utiliza demasiado maquillaje. Elige las palabras con cuidado y le gusta salirse con la suya. Es un magnífico juez de caracteres y puede ser muy esnob y crítica.
El nativo del Mono formará la mejor de las uniones posibles con el del Dragón. A los pertenecientes al signo del Dragón les tirará la chispa y la mente superior de los monos, mientras que éstos se sentirán atraídos por la majestuosidad y la ambición de los dragones. No se cansarán nunca los unos de los otros, y siempre habrá entre ellos amor y respeto. Es probable que el nativo de la Rata busque al del Mono por su ingenio, y los dos compartirán muchas afinidades. Los nativos del Buey, el Gato, el Caballo, la Cabra, el Gallo, el Perro y el Cerdo formarán buenas parejas en segunda opción. Dos personas del año del Mono pueden entenderse bastante bien si no son demasiado envidiosas y competitivas entre sí, y si consiguen aprender a trabajar juntas.
El nativo del Tigre y el del Mono sufrirán importantes choques de personalidad, y los de la Serpiente, con su propio tipo de sabiduría, estarán todo el tiempo sospechando del mono.
Los niños del signo del Mono son joviales, traviesos, curiosos y muy competitivos. Están siempre procurando mejorarse, y se enorgullecen de su habilidad para adquirir conocimientos y aprender nuevas destrezas. Se mantienen ocupados con incontables actividades, y pueden asumir varios asuntos simultáneamente y lograr dominarlos todos. Ambiciosos y confabuladores, tienen una vena egoísta. Como no están nunca contentos con lo que tienen, miran con codicia las posesiones ajenas, al tiempo que se niegan a compartir las suyas. Cuando llegan a compartir, sopesan cuidadosamente lo que reciben a cambio. Se saltan todas las reglas y límites que se les imponga, pero resulta casi imposible enfadarse durante mucho tiempo con esos diablillos listos, encantadores y de ojos brillantes.

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