¿Qué oculta cada signo?

Sentimientos secretos, temores, deseos, todo nativo esconde una parte de si que, aún sin proponerselo, pocas veces manifiesta.
Cada ser humano nace con una marca especial que lo distingue del resto; sin embargo los signos zodiacales permiten revisar las características que muchos individuos comparten. La conducta humana se expresa de dos maneras diferentes. Aquella que es inconsciente y que hace que nos comportemos a veces de un modo incomprensible, que nos dominen sentimientos o actitudes que no manejamos. Si bien a nivel consciente podemos mostrarnos más calculadores y tener mayor noción de los motivos que generan nuestros actos, siempre algo desconocido de nosotros mismos nos acompaña, una música interior que resuena en todo momento, aunque no le prestemos oído, una melodía de fondo en la que se manifiesta lo más genuino de nosotros.

Aries

irresponsabilidad
La fuerza vital que da sentido a la vida de todo ariano es la necesidad innata de hacer su voluntad, éste es un imperativo interior que lo impulsa a seguir adelante sin volver la mirada a derecha ni izquierda. El se maneja con leyes propias e intentará imponérselas a quien ose oponerse. No reconoce limites de ninguna índole y puede resultar desconsiderado frente a la voluntad ajena. Este nativo podría «atravesar una pared con la cabeza» si se lo propusiera, tal es la temeridad con la que puede actuar, sin medir las consecuencias de sus acciones. Es un espíritu arrebatado, atropellado, con una confianza ciega en su capacidad para lograr lo que quiere y con el coraje de obrar sin vacilación.

Tauro

dependencia
El nativo de este signo se resiste a todo cambio. Esta disposición inconsciente le impone ser fiel y cumplir con sus compromisos. Con esto pretende evitar toda transformación para defender y conservar a cualquier precio aquello que considera propio, no sólo la propiedad material, sino los principios que sus padres le han legado. En esta necesidad reside su fidelidad y su necesidad de someterse a la autoridad. Pero su fidelidad no debe entenderse en un sentido moral, detrás de ella se oculta un sentimiento de dependencia, que asume para no tener que actuar por su propia responsabilidad. Inercia e inactividad para asegurarse la estabilidad.

Géminis

tensión permanente
Inquietud interior, sentimiento de tensión, un fuerte impulso a pensar en términos antitéticos, llevan al hombre de Géminis a oponer a todo pensamiento, su pensamiento opuesto por no poder confiarse en una única alternativa a seguir. Esta conducta lo vuelve un espíritu agitado, dinámico y nervioso. Es un buscador incansable de la verdad, día a día se debate por conquistarla, su vida se resuelve en la lucha por encontrarla. Y en esta búsqueda jamás elige el camino más corto; todo lo contrario, se entrega a una experiencia abrumadora en su intento de develar el secreto de las cosas y tomar la decisión correcta. Posee la capacidad de estar dentro y fuera de sí mismo, así se revela su espíritu extremadamente crítico.

Cáncer

temor a ser criticado
El nativo de este signo nace con un expreso miedo a la vida, se siente desamparado y La necesidad de ternura subsiste en él para siempre. Ante este sentimiento de indefensión y desvalimiento buscará protección, tratando de conquistar la simpatía del prójimo. Escoge para relacionarse a personas más desvalidas y necesitadas que él, a quienes tenga algo para brindar y atarlos a él por gratitud. Se mostrará servidor para luego dominar. Ante la antipatía o rechazo reacciona con mal humor y cambiará a capricho, con absoluta arbitrariedad, de amistades. Teme a la crítica y a la superioridad de los demás. Emplea el mimetismo, al principio inconsciente, más luego bien consciente, con fines de autodefensa.

Leo

frivolidad
Este nativo tiene como táctica de vida alejar de sí todo lo que signifique un estorbo que pueda empañar su alegría de vivir. No admite el dolor propio ni soporta el sufrimiento ajeno, tampoco desea compartirlo. Elude la compañía de personas de temperamento triste o psíquicamente deprimidas. No se hace demasiados planteos, a un leonino los problemas psíquicos le son absolutamente extraños. Frivolidad, autoindulgencia, burlarse de los otros hasta degradarlos con sus juicios son características de un leonino poco evolucionado. Lo único que considera importante para juzgar a los demás es el resultado final. No teme al ridículo, pero posee un miedo inconfesado de aparecer ante sí mismo como inferior.

Virgo

desconfianza
Lo útil se convierte en el contenido fundamental de la vida de este nativo. La racionalización de cualquier trabajo, ya sea físico, psíquico, mental y hasta moral es su conducta esencial. Precaución, previsión y una sensibilidad especial para distinguir aquello que pueda reportarle utilidad de aquello que pueda causarle algún peijuicio. Posee un fino sentido para detectar de antemano lo que pudiera dañarlo o perturbar su orden. Necesita separar con claridad lo principal de lo secundario. La simpatía o la antipatía son sentidas con nitidez física. Se sacrifica para elevar a los demás, pero es precavido hasta la desconfianza más extrema. Sólo se brindará, cuando tenga garantías de no ser vulnerado su bienestar.

Libra

comodidad
Este nativo tratará de seguir el camino del menor esfuerzo, la comodidad es su máxima principal. Le molesta profundamente salir de su órbita mental para tener que actuar de manera concreta en la realidad material. Reflexionar largamente y hacer luego mal las cosas o dejar la decisión para los demás es lo propio de Libra. Necesita encontrar en su mente el camino verdadero que solucione las mismas contradicciones por las que se ve tan atraído. La reflexión es su modo de conocer, buscando una explicación ideal para cada cosa. Pero el hecho de tener que decidir es la fuente principal de todos sus males. Necesita contradecirse en sus fantasías, cuestionar siempre su primera determinación.

Escorpio

vampirismo energético
Escorpio es insaciable en la absorción de energías psíquicas de quienes lo rodean. Está equipado para apropiarse de estas fuerzas hasta el extremo de llegar a brindarlas a quien se las quitó. Las personas son para estos nativos puro alimento psíquico. Su voluntad es de carácter mágico, capaz de atraer a los seres del sexo opuesto y mantenerlos aferrados, de establecer con ellos una relación de dependencia sexual por la que cobran consciencia de su poder. Tienen el don de «atar» al prójimo y una fuerte necesidad de imponerse. A través de la fascinación, se apoderan de las almas de los seres que caen dentro de su órbita. No necesariamente cumplen sus promesas. Poseen poderes curativos.

Sagitario

don de ser profeta
El nativo de este signo es un místico por excelencia. Se encuentra en contacto con la voluntad divina, participa de la «intuición religiosa». Pero este don de estar en contacto con un plano superior al humano, no siempre es usado con sabiduría. Apto para el sacerdocio o para ser profeta, cuando hay un mal uso de esta capacidad innata se esconde un ser arrogante, imbuido de la creencia de que él siempre tiene razón en todo lo referente a los principios morales y éticos. Esta actitud puede convertirlo en un indeseable juez de todos los litigios inimaginables. Juzgará sin contemplaciones, con intolerancia, rudeza y exceso de fanatismo los errores ajenos.

Capricornio

los sentimientos
Para el nativo de Capricornio, la expresión de sus sentimientos debe quedar en la esfera de lo privado, según su visión a nadie le importan y será su estilo de vida el poder ocultarlos a voluntad. Tiene consciencia de este limite que se impone a sí mismo como un deber a cumplir: el de no apartarse de sus metas por hechos secundarios; por eso se muestra frío. En el área de lo público, la astucia y la diplomada son sus recursos; maneja el arte de alcanzar por rodeos, tarde o temprano, aquello que para él constituye la misión más importante a cumplir en el mundo, la de hacerse a sí mismo. Así puede rebajar a los otros para elevarse a sí mismo y viceversa, rebajarse a sí mismo para elevar a los otros.

Acuario

considerarse un elegido
La vida de este nativo transcurre exclusivamente en un plano mental, al margen de la realidad y se basta a sí misma. Vive al margen de los intereses ajenos. Alcanza su poderío máximo cuando está solo y su principal mandamiento es el de mantenerse fiel a sí mismo cueste lo que cueste. Posee orgullo espiritual, se considera diferente y superior, tiene consciencia de no pertenecer al rebaño como el común de la gente, asume la total creencia de ser un «elegido». Por temer la profanación de su mundo toma distancia de los demás y mantiene en secreto su condición de elegido. Actúa como si no supiera una palabra acerca de su condición nobiliaria y disimula la creencia en su singularidad.

Piscis

complejo de inferioridad
El pisciano es extremadamente sensible a las vibraciones psíquicas que le llegan del mundo circundante. Vive -creyendo vivir una vida propia- la vida psíquica de los demás. Se pierde en la opinión de quienes lo rodean, la mirada de los otros llega a convertirse en una prisión para él. Actúa como un enfermo, un sonámbulo atrapado por sus sueños y fantasías; sus temores y especulaciones. Su alma padece un inconfesado sentimiento de inferioridad frente al prójimo. Como se trata a los niños o a los más débiles, este nativo pretende ser tratado con consideración, cree que merece un trato especial de los demás. Se encuentra abierto a todos tas impulsos pasionales que le lleguen y él mismo se deja llevar por su propia Pasión.