Tierra

TAURO • VIRGO • CAPRICORNIO

La tierra es el elemento sólido, y como tal tiene muchas asociaciones y significados. Es el tercer planeta del sistema solar, el planeta que habita la humanidad y que alberga a la Naturaleza, o Madre Naturaleza. En contraposición con los océanos y la atmósfera, es la masa del mundo. También es el mundo cotidiano si se la compara con otros mundos hipotéticos, como el cielo y el infierno, o como el reino dé las actividades mundanas y el de las espirituales.
Dentro del marco de los cuatro elementos, es el más estable y resistente al cambio. Sin embargo, contiene una gran diversidad de minerales y compuestos, y sus características pueden variar mucho de un lugar a otro. Se combina bien con dos de los otros tres elementos, el aire y el agua, que contribuyen a su fertilidad. De hecho, la combinación de los tres elementos es esencial para la vida vegetal. El cuarto elemento, el fuego, es contrario y peligroso para la tierra.

LOS SIGNOS

Los símbolos terrenales —la Cabra, el Toro y la Virgen— son decididamente físicos, y denotan la sexualidad o la falta de ella. Pero cada uno de ellos resalta distintos aspectos según su cualidad, su regente, etc.
Capricornio, el signo cardinal, representa la tierra en su forma más pura y básica. Como signo físico y material, se orienta hacia los objetos, el dinero, el sexo y los símbolos de poder. Pero además tiene tantos otros aspectos, que quizás ninguno sea el típico.
Capricornio es estético, pero también materialista; sumamente ambicioso al tiempo que espiritual; técnico y práctico, pero a la vez teórico.
Tauro, el signo fijo, representa el elemento inamovible de la naturaleza humana. Es típicamente obstinado, duro de convencer y no cede con facilidad, pero ¿orno también desea la armonía, no es completamente intratable. Tiene asimismo características procreadoras y nutritivas, simbolizadas por Deméter, Gaia y la Madre Naturaleza. Gran amante de la belleza sensual, Tauro propicia los aspectos más terrenales de Venus, su regente. Muchos de los valores de Tauro podrían calificarse de profundamente humanos.
Virgo, el signo mutable, tal vez el menos físico de los tres, es más flexible y más mental por influencia del vertiginoso Mercurio, que lo rige. Virgo es rápido y analítico, cualidades que no parecen acordes con otras características de los signos de Tierra. Suele desvelar profundos deseos sensuales de maneras secretas y selectivas. Virgo juzga los acontecimientos por sus resultados.

LA PERSONALIDAD

Los nativos de los signos de Tierra suelen abordar el mundo mediante la percepción. Como son decididamente empíricos, tienden a juzgar la cualidad de las cosas mediante los cinco sentidos. Las realidades tangibles tienen para ellos más significado que los sueños y las fantasías. Son seres pragmáticos y trabajadores que creen en aquello de que «no hay más cera que la que arde».
Aunque puede decirse que el punto central de estos individuos es el presente inmediato, tienen mucha capacidad para esperar y resistir. Gracias a que se contienen cuando una situación es adversa o declaradamente combativa, pueden elegir el momento adecuado para devolver el golpe. Pero también son capaces de aplazar las cosas indefinidamente, con lo que su paciencia, un verdadero valor, puede convertirse en una debilidad si la utilizan como excusa para no actuar.
Estos individuos disfrutan de los placeres de la mesa y de la cama, ya sea por razones de sensualidad o de reposo, o ambas, y sus exigencias al respecto no suelen ser ambiguas. Además, dan mucha importancia a sus necesidades físicas, que pueden expresarse en el deporte, la sexualidad, el comer, el tener y el criar hijos, y también en los trabajos manuales.
Generalmente más sensuales que apasionados, disfrutan del contacto físico y suelen tener muy desarrollado el sentido del tacto. A muchos les gusta trabajar con las manos, y como son autosuficientes, prefieren no pedir ayuda. Pero quizás también tengan problemas para aceptar ayuda por creer que es más fácil hacer las cosas solos, sin tener que perder tiempo hablando.
Aunque puede considerárselos categóricos, lentos o conservadores, de hecho utilizan el tiempo con mucha economía y evitan tener que hacer las cosas dos veces. Así, como la tortuga que venció a la liebre, pueden llegar a la meta antes que otros.