Cuando Urano cruza el Ascendente y entra en la Primera Casa es casi como si volvieras a nacer. En este tránsito las cualidades de tu signo ascendente se acentuarán y pueden cambiar toda tu manera de ver la vida. Aquellas partes de tu naturaleza que no hayas cultivado suficientemente aflorarán a la superficie e insistirán en ser incluidas en tu conciencia, aunque quizá necesitas algún tiempo para empezar a integrar las cualidades que Urano destaca en primer plano con otros aspectos de tu ser.
Por otro lado, este tránsito, sea cual fuere el signo de tu Ascendente, trae inquietud e impaciencia. Puede que algunas veces te despiertes en mitad de la noche bullendo de ideas y revelaciones; inesperadamente te acometen irrupciones de energía; te sientes «conectado», entusiasmado, cambiante y frenético.
Debido a que Urano transitando por la Primera Casa está opuesto a la Séptima Casa, es posible que tus relaciones personales se vean alteradas de forma notable, y no solamente por el hecho de que tu forma de ver el mundo y de relacionarte con él esté cambiando radicalmente.
Volver a Urano en tránsito
