El bebé Cáncer

Pueden haber lágrimas, pero las sonrisas serán incontables; porque la recién nacida Cáncer está regida por la luna y es una esclava de sus emociones desde el primer instante de vida.

Tan pronto se estará ahogando en torrentes de lágrimas, como al minuto siguiente estallando en risas de alegría, siempre capaz de derretir el corazón más duro.

Llena de afectos, en el centro del bebé Cáncer hay un núcleo de vulnerabilidad que hará surgir en sus padres instintos protectores que ni siquiera ellos creían poseer.

Ella es abierta y generosa, dueña de infinitas expresiones faciales que dicen lo que piensa mejor que cualquier palabra, y con unos ojos que se comunican desde el instante en que los abre cautelosamente para enfrentarse al mundo. Se iluminan cuando sonríe, se oscurecen por el miedo y se nublan ante la proximidad de las lágrimas, porque Cáncer jamás podrá esconder sus sentimientos.

Desde el principio absorberá fragancias, gustos y miradas, y muy pronto comprenderá que la protección se encuentra en la seguridad de los brazos de sus padres, o envuelta y abrigada en su andador. No le gustará que la dejen con alguien que ella no conoce bien, o que la pasen de mano en mano como un paquete.

Muy precavida, la pequeña Cáncer probablemente querrá descubrir la vida de manera lenta y constante. ¡Nada de correr antes de caminar! Pero si le deja tiempo para que se acostumbre a las caras y los lugares nuevos, su confianza crecerá. Siempre que sepa que usted está cerca, por supuesto.

Cáncer adora todo lo sensual: diferentes sabores y texturas en las comidas, espléndidos libros de pintura y juguetes que estimulen su vivida imaginación. Pero para el bebé Cáncer el mejor de todos los juguetes es el agua, ya sea zambullirse en la piscina desmontable o en la bañera, o chapoteando en un recipiente lleno de agua. Cuando el agua la rodea ella está literalmente en su elemento. Así que después de vacunarla, diríjase al club de natación de su vecindario y mire cómo florece su flor acuática.

Signo Cáncer