El jefe Escorpio

El lema de Teodoro Roosevelt, presidente de los Estados Unidos: “Habla con suavidad, pero lleva en la mano un garrote”, es un perfecto ejemplo de la filosofía de Escorpio, expresado por un representante de este signo. Aunque “Teddy” Roosevelt haya sido el primero en decirlo, todos los Plutonianos nacen con esa frase grabada en su naturaleza. Es el lema invisible que cuelga en la pared, tras el escritorio de tu jefe Escorpio. Memorízatelo, como lo hizo él. Y piensa que no es cuestión de discutirlo con él; basta con que observes como lo practica. Escorpio tiene su manera de desaprobar ciertas cuestiones personales referentes a las técnicas que usa.
La vida, para tu jefe Escorpio de la palabra suave y el garrote pronto, es una búsqueda de sapiencia y poder. Él quiere saber todos los secretos del cielo y del infierno… y de todo lo que haya en medio. Y por supuesto, tú estás en medio. Es decir que está igualmente decidido a enterarse de tus secretos, y a lograr el conocimiento de todo lo que pasa en tu atareado cerebrito, o en tu atareado cerebrazo, que también puede ser. Jamás te presionará de manera abierta y activa para que desnudes tu alma ante él, pero es probable que, de todas maneras, tú lo hagas. Una larga mirada fija de esos hipnóticos ojos Plutonianos puede ser suficiente para arrancar las más ocultas confesiones. Si guardas dentro de ti algo que prefieres mantener en el mas estricto secreto, evita mirarle a los ojos… o evita trabajar con él.
Conocí una vez a una chica que era cantante. Una tarde de verano se encontró con su jefe Escorpio, cuando volvía de un viaje a California, y fueron juntos a tomar un café. (Es frecuente que, por alguna misteriosa razón que nada tiene que ver con noviembre, los poderes de Plutón alcancen su culminación en el verano.) La muchacha y un compositor, que era muy amigo del Escorpio, acababan de confesarse esa misma mañana que estaban muy enamorados, pero, debido a las circunstancias, el descubrimiento debía ser mantenido en secreto.
Mientras conversaban y tomaban su café, la joven se quedó completamente absorta por las anécdotas que contaba Escorpio de su viaje; la conversación de él era tan fascinante que ella se olvidó por completo del encuentro de la mañana. Por último, Escorpio echó un vistazo a su reloj de pulsera; se le estaba haciendo tarde para una reunión con un productor para quien esperaba dirigir un film.
Se dieron la mano y, al despedirse, la muchacha agregó que le deseaba buena suerte. Sin soltarle la mano, Escorpio la miró con ardiente intensidad en los ojos y respondió lentamente: “Y yo te deseo amor, pero veo que ya lo has encontrado. Me alegro. Vosotros dos sois el uno para el otro”. Apartó, el primero, los ojos (como hace siempre Escorpio, que jamás te permitirá que seas tú quien lo haga), le soltó la mano, sonrió con su sonrisa tranquila, misteriosa y controlada, y se fue. Hasta el día de hoy, la chica no ha podido entender como lo supo.
Espero que esta experiencia te sirva a ti de lección. Tu jefe también descubrirá tu secreto, que no tiene por que ser de amor. Puede ser que tu padre no terminó la escuela primaria, o que tu hermana sale con un hombre casado, o que hace seis meses que tú no pagas la amortización del crédito bancario, o que tu gatita persa está de nuevo en la dulce espera. Tal vez sea que en vez de coserte un botón en la americana te la prendiste con un imperdible, o que esta mañana tu hermano le dio a tu cuñada un sartenazo en la cabeza. Cositas así, que tu preferirías que no se supieran, pero él las sabe. Y de alguna manera, tú sabes que él lo sabe. Es diferente de la capacidad de penetración de Piscis. El Pez tiene relámpagos de intuición psíquica; el Escorpio sabe, simplemente. No es cuestión de relámpagos de intuición psíquica, ni tampoco es la intuición de Acuario. Es algo mucho mas profundo. Los poderes de Plutón también le permiten al jefe Escorpio percibir tus estados de ánimo, y el es de los hombres que se conducirán, consideradamente, de acuerdo con ellos, lo que puede ser una experiencia extraordinariamente sedante. En forma especial, si has frecuentado constantemente a gente superficial y desconsiderada, que no solo no sabe que es lo que te pasa a ti por dentro, sino que tampoco se interesa en absoluto por descubrirlo. Tras haberte visto expuesto a diversas formas de esa ajena indiferencia, por comparación la empatía de Escorpio puede parecer una maravilla… y lo es.
Al contrario de lo que es lógico que puedas pensar, la oficina de un Jefe de noviembre no siempre es explosiva, ni siquiera necesariamente impresionante. Es posible que sea el sitio mas tranquilo, más sedante, mas sosegado de todo el edificio. El autodominio de Plutón se extiende a todo lo que le rodea. (Salvo que en su carta natal haya gran influencia de Géminis, Acuario o Leo, y aun así, será difícil que las cosas se pongan ásperas o se le escapen de las manos; habrá un ritmo un poco mas rápido y nada mas.) El control que demuestran estos hombres sobre su naturaleza espanta un poco. Son infatigables en todo lo que emprenden, y se enorgullecen de no permitir que la gente sepa hasta que punto quieren o necesitan lo que están buscando. Su competidor no sospechará jamás la intensidad con que tu jefe Escorpio desea ganarle, mientras la victoria no sea un hecho consumado y Escorpio le haya ganado. Él puede ver en tu interior, pero nadie será capaz de penetrar sus sentimientos más profundos. Una de las armas más poderosas de tu jefe Plutoniano es el secreto respecto de sus fines e intenciones. Oculta sus emociones y disfraza sus motivos de manera tan total que el enemigo está siempre esperando un ataque a retaguardia –o no espera ningún ataque– para verse después sorprendido por un movimiento súbito desde el flanco derecho, donde menos se lo espera y en el momento menos pensado. Así es como gana siempre la partida.

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