Carneóla

La carneóla es una calcedonia de color mucho más claro que el sardo, parecido al de la carne. Cuando este material aparece de color rojo pardusco, se engloba dentro de lo que se conoce como sardo. La carneóla suele ser semitransparente y opaca. Su color rojizo es debido a inclusiones de hierro en forma de hematites. En el mercado se encuentra con cierta facilidad y a bajo precio.
En el lapidario alfonsino se inscribe en grado 21 de Aries:
Es la piedra a que llaman cuminon, que es la segunda manera del jaspe; es de color vino claro que tira algo a amarillo y este amarillor es mezclado con bermejo y la figura de ella es redonda, y es más apreciada esta manera de jaspe que las otras. Tiene tal virtud que al que la trae consigo guárdale de aquella enfermedad a que llaman caduca; y también es buena para aquellas enfermedades que vienen por melancolía, pues las quita esforzando el corazón y alegrándolo. Los físicos las meten en los electuarios y en otras medicinas para esforzar el corazón y curar las enfermedades melancólicas.
La relacionan con la estrella que está sobre las rodillas de la mujer que está sentada (Casiopea). Se trata de la delta de Casiopea, Ruchbah, situada sobre el grado 14 de Tauro.

Propiedades astrológicas de la carneóla

Aunque es una gema en la que dominan las vibraciones del quinto rayo o Marte, es quizás la gema donde estas energías actúan de manera más benéfica y equilibradora. Es muy útil para aquellas personas debilitadas, con fuertes inhibiciones, falta de dinamismo, timidez, debilidad de carácter, pesimismo, desánimo o depresiones. Esta gema genera pulsiones vitales y ayuda a manifestar los sentimientos de índole romántico. Aporta mayor fuerza dinámica al carácter, acentúa el optimismo, empuja a probar fortuna y hace fácil la toma de decisiones, sobre todo si se trata de decisiones de tipo afectivo o sentimental. Se la podría llamar la piedra del empujoncito. Por otro lado, acentúa el grado de simpatía personal y añade atractivo.

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