Gemas: Cuarzo azul

El cuarzo azulado es un mineral bastante raro, también se lo conoce con el nombre de zafiro de agua, pero sólo tiene en común con el zafiro verdadero el color que es ligeramente parecido. El cuarzo azul lleva mezclas de blanco con azul celeste, se parece muy poco con el zafiro original. Existen zafiros de agua que son cuarzos casi puros, pero en general los encontraremos con composiciones complejas. De todos los cuarzos es posiblemente el que menos contenido en sílice y el más alto en aluminio, magnesio, óxido de hierro, óxido de manganeso y titanio. Puede confundirse con las calcedonias, aunque estas últimas tienen un diseño bandeado mucho más definido. Por ser una piedra bastante escasa, apenas se encuentran datos sobre ella en los tratados antiguos y menos aún en las recopilaciones de los autores modernos, tan solo una autora lo cita pero de manera muy ambigua y sin definirlo. En el lapidario alfonsino aparece una descripción que podría asociarse a este tipo de cuarzo en el grado 19 de Escorpio y dice así:
Es la piedra que dicen «ceminez» que quiere decir en caldeo «llorador» porque el que le lleva encima tiene deseos de llorar y de estar triste, por lo que la aborrecen quienes la conocen. En el color asemeja al zafiro, más no en otra cosa, pues es opaca y sin luz, fuerte y dura de quebrantar. De éstas hay muy pocas porque los hombres no se atreven a aventurarse a sacarlas por la mala virtud que hay en ellas. Las dos estrellas que están en nudo primero y la otra que está en el segundo del cuerpo de la figura del Escorpión, tienen poder sobre esta piedra, que de ellas recibe su virtud.
Se trata de las estrella épsilon de Escorpio que se encuentra en la actualidad próxima al grado 15 de Sagitario. Junto con otras ágatas veremos que es una gema poco recomendable aunque tiene sus funciones y aplicaciones astrológicas al margen de sus cualidades o propiedades particulares.

Propiedades astrológicas del cuarzo azul

Esta gema es útil para corregir el carácter demasiado alegre y despreocupado, sirve para atenuar las apetencias de la vida externa o el desmedido amor por las apariencias, las fiestas y los viajes. Es buena para retraer el comportamiento excesivamente lúdico o festivo y para atenuar los gastos superfinos o inútiles.

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