La turmalina de tonalidades azuladas se denomina indigolita. Como el resto de las turmalinas se pueden encontrar buenos cristales alargados y hexagonales que no necesitan ser tallados. No es muy fácil de encontrar, pero su precio no es demasiado elevado.
No aparece de manera clara en los lapidarios castellanos, sin embargo está cercana a las aliazas que consideraban como piedras aborrecibles. Por ello es mejor restringir su uso exclusivamente para operaciones astrológicas. Está asociada a la estrella Alnilam, la zeta de Orión, situada cerca del grado 23 de Géminis.
Propiedades astrológicas de la indigolita
La indigolita es muy útil para aquellas personas que tengan un exceso de energía del tercer Rayo o, dicho de otra manera, para quienes sienten una curiosidad insaciable y a veces malsana, o que tienen necesidad de hablar más de lo razonable o un sentido crítico desproporcionado que les crea conflictos en su entorno. También es óptima para las personas extremadamente nerviosas o inquietas.
En otro sentido, ayuda a eliminar las tendencias de ahorro de energía, combatiendo la pereza y los pensamientos vanos. Como otras turmalinas tiene un toque evolutivo y provoca cambios en la manera de pensar o de expresarse, haciendo más calmadas o relajadas las conversaciones o el trato con los demás.
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