Jade

Durante el siglo XVII fue hallada en América por los conquistadores una piedra verde en forma de guijarros aplanados, pulidos y con bordes redondeados, de aspecto semejante al riñon, por lo que decidieron llamarla «piedra de ijada» o «piedra de los riñones». La traducción latina de dicha expresión es lapis nephriticus dando lugar al término nefrita, mientras que de «ijada» derivaron jade y jadeíta. Así pues, el jade no se corresponde con una sola piedra. Es un nombre que se aplica indistintamente a dos variedades; nefrita y jadeíta.

Nefrita

La nefrita es un jade formado por una masa entremezclada de cristales fibrosos, cuya estructura afieltrada es la responsable de su gran tenacidad, lo que le permite resistir bien los golpes sin partirse, por ello entre los aborígenes de centroamérica era usada para fabricar cuchillos, hachas y puntas de flecha. Se trata de un silicato de magnesio y calcio con contenido en hierro que es el responsable de su color verde y marrón. Puede aparecer también blanco y en color ante crema. Esta última tonalidad da lugar a la variedad conocida como «grasa de cordero» con un brillo entre vitreo y céreo. Numerosos collarines o pulseras de piedras multicolores provenientes de centro y sudamérica son cristales de este material. Es un mineral abundante, con numerosos yacimientos en todos los continentes, fácil de adquirir, pues es mucho más barato que la jadeíta.
En la tradición castellana no aparece ninguna mención sobre estos materiales hasta el siglo XVI, donde se le atribuían excelentes propiedades para curar los dolores nefríticos. Experimentalmente está asociada a la estrella Algeiba, la gamma de Leo, que es una estrella doble muy hermosa, de color dorada, roja y verdosa, dentro del tipo K, situada sobre el grado 29 de Leo.

Propiedades astrológicas de la nefrita

La nefrita es una gema a la que se le reconocen propiedades asociadas con el tercer, cuarto y quinto Rayo, es decir: Mercurio, Venus y Marte. Es recomendable para aquellas personas que tengan problemas de comunicación. Hace a quien la lleva más extrovertido, amable y comunicativo. Aporta gracia, ímpetu y elocuencia, facilitando por ello las relaciones con los demás. Es muy útil para aquellas personas que se encuentran en un lugar extraño o nuevo donde carecen de amistades o de relaciones, pues facilita enormemente la toma de contacto y la aceptación de los demás.

Jadeíta

A diferencia de la nefrita su estructura cristalina es más granular que fibrosa, lo que puede dar a su superficie, tras el pulido, un efecto de picado apreciable con los lentes de aumento. Aparece en gran variedad de colores: blanco, rosa, marrón, rojo, naranja, amarillo, malva, azul, violeta y negro, pero el color más apreciado es el verde esmeralda de tonos intensos y translúcidos. La única fuente de este material en la actualidad, procede de Birmania. Al igual que la nefrita es normal encontrar piezas talladas en forma de figuras, cabujones, bolas, etc. Los buenos ejemplares de jadeíta alcanzan precios bastante elevados. Se pueden hallar en joyerías y en tiendas de minerales.
Como la nefrita, el jade aparece más tarde en la tradición castellana, sin embargo, era muy conocido y apreciado en la tradición china, donde todas las propiedades de las demás gemas se acumulan en las diferentes variedades de jade. Por ello en China se considera al jade como una valiosa posesión, muy similar en propiedades a los cuarzos monocristalinos y otras piedras preciosas antes citadas.
Para su utilización en astrología, está asociado a la estrella beta del Cuervo, situada sobre el grado 17 de Libra.

Propiedades astrológicas del jade

El jade es una gema con propiedades evolutivas y equilibra-doras. Sus propiedades están centradas en el cuarto rayo o Venus y adquieren el matiz del color de cada variedad. De tal manera que el jade blanco tiene las mismas propiedades que las perlas y el nácar; el jade rosa, es semejante al cuarzo rosa; el jade rojo similar a la espinela o el heliotropo; el naranja es parecido a la cornalina; el amarillo al topacio; el violeta o malva a la amatista, el azul al zafiro y el negro a la malaquita. El jade verde tiene las mismas propiedades que la esmeralda y puede ser usada masivamente para provocar nuevas relaciones de índole romántico. El jade verde junto con las turquesas se comporta como un emisor de ondas romántico-afectivas que actúa de manera selectiva, atrayendo sólo al sujeto ideal. Como la turquesa suele dar unos resultados sorprendentes, sobre todo usado a dosis masivas o de cierto tamaño.

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