Oro

El oro es el elemento químico de número atómico 79 y su masa es Au = 179,2. Inalterable en el aire a cualquier temperatura, es atacado por el cloro y se disuelve en el mercurio y en el agua regia.

El oro cristaliza en el sistema cúbico, aunque los cristales son poco frecuentes. Generalmente se presenta en masas, entrecruzamientos y concrecencias, formas denticuladas y musgosas, placas en forma pulvurenta o bajo la forma de pepitas irregulares de brillo metálico y color amarillento.

Tradicionalmente se asocia al oro como energía solar materializada. En China se conoce por el mismo nombre al Sol y al oro y se denominan ambos Kin.

En la India se le considera como la luz mineral y se lo asocia también al Sol. En todas las tradiciones el oro tiene un aspecto solar, real, ígneo e incluso divino.

Para los ingleses, el oro, «gold» y lo divino «God» presentan una misma raíz. En simbología lo dorado es solar, por ello se doran, cubriendo de láminas de oro, las imágenes o iconos de las divinidades solares de todos los pueblos o etnias, desde la India a América del Sur.

Por otro lado la morada terrestre de las divinidades son las cumbres doradas de las montañas como el monte Tabor (hoy día Saint Batelemy, cuyas cumbres son absolutamente doradas por la aparición de pirita), el Olimpo, el Sinaí o Montjuic (que quiere decir Mons Jovis o montaña divina), de ahí que el nombre de oro provenga del griego orus que significa lo alto de las montañas.

En el lapidario alfonsino viene citado en el grado 2 de Géminis y dice así:
Es la piedra del oro. Es de los metales el más noble, porque la nobleza y virtud del Sol aparece más manifiestamente en él Las noblezas y propiedades del oro son tantas que sería larga cosa decir, pero hay algunas manifiestas como cuando ven los hombres el oro dales gran alegría al corazón y tiénense con él por más ricos que con otra cosa que puedan tener.

Lo relacionan con la estrella que está en el hombro derecho del Auriga, Menkalinam, situada cerca del grado 29 de Géminis.

Propiedades astrológicas del oro

El oro trae a quien lo lleva la energía del primer rayo o Sol. Como afirmaba Paracelso, el oro asegura el favor y la gracia de los grandes y eleva a la persona con rapidez, hasta un punto tal que, exaltado sin interrupción, tanto en bienes como en honores, llega a ser objeto de admiración general. El oro aumenta la energía vital, incrementa la confianza en sí mismo, desarrolla la creatividad, acentúa la ambición y mejora las capacidades de organización.

oro puro

Barras de oro

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