Topacio

En contra de lo que el escritor romano Plinio sugiriera en el siglo I d.C., la etimología del topacio parece derivar del sánscrito topas, que significa fuego. En la antigüedad se denominó topacio a gemas muy diferentes, existiendo al respecto cierta confusión. El topacio, en su mayor parte, se presenta como un material incoloro, poseyendo también el color azul semejante al aguamarina. Los hay de color parduzco, rosa y verde claro pero los más apreciados y con los que trabajaremos en esta parte, son los de color amarillo «jerez» que se hallan en la actualidad en Brasil. Son frágiles y con tendencia a partirse, por lo que deben tratarse con cuidado. En estado bruto se presentan como cantos rodados o como prismas alargados y estriados de contorno rómbico rematado en un extremo por caras triangulares más o menos puntiagudas. Los cuarzos citrinos pueden ser tomados por topacios, sin embargo el topacio es más resbaladizo y más denso y pesado. Son fáciles de conseguir en las joyerías y existe también la posibilidad de adquirirlos en tiendas de minerales a bajo precio.
El topacio no aparece en el primer lapidario alfonsino porque pertenece al desaparecido signo de Leo, sin embargo viene citado en varias ocasiones en el lapidario de los decanatos, donde se lo sitúa en el grado 15 de Leo que se corresponde con «la estrella que está en el sobaco siniestro de la figura del León». Se trata de la estrella Al-labhah, situada cerca del grado 27 de Leo.

Propiedades astrológicas del topacio

El topacio es una gema que ayuda a evolucionar adecuadamente activando la creatividad, el sentido artístico, estético y el ingenio. Es una combinación armónica del primer, tercer y cuarto Rayo, es decir, Sol, Mercurio y Venus. Dignifica y aumenta la autovaloración y la autoestima, mejora las facultades mentales e incrementa el atractivo personal. En los hombres aumenta su potencial generador incrementando el número de espermatozoides en el líquido seminal. Es una gema muy potente, que usada con asiduidad activa la voluntad y provoca entusiasmo y optimismo ante la vida y permite una mejor manifestación de las capacidades personales. Su acción se percibe especialmente en el área creativa y en lo social, como reconocimiento de las obras o acciones realizadas. Es excelente para aquellas personas que deben
presentar trabajos ante personajes de cierto rango o categoría social. Facilita el trato con el mundo artístico, por ello es muy útil para los «managers» o representantes artísticos.

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