La turmalina que cortada o tallada presenta la combinación de varios colores (verde en el interior y rosa en el exterior) se la denomina turmalina sandía. Se trata de unas gemas preciosas que se venden como piedras finas en joyerías, aunque también resulta fácil y más económico, comprarlas en tiendas de minerales, donde se pueden encontrar ejemplares verdaderamente preciosos a bajo precio.
En el lapidario alfonsino aparece esta turmalina con las propiedades opuestas a la anterior.
Es la piedra que dicen «bezebekausy». Este nombre quiere decir en caldeo quitador de tristezas y dador de alegría, porque tiene tal virtud que el que la trae consigo, quítale toda tristeza de cualquier clase que sea, y sana de todos los accidentes que vienen de la melancolía. Las dos estrellas: la que mira al norte y la oscura de las tres que están en el cuerno delantero de la figura de Capricornio, tienen poder en esta piedra.
Se refieren a las estrellas próximas a Giedi, que están situadas sobre el grado 13 de Acuario.
Propiedades astrológicas de la turmalina sandía
La turmalina sandía es una de las gemas que tienen propiedades que incitan a la evolución y al cambio. Actúa en el ámbito de las emociones, donde desarrolla los impulsos emocionales y los transforma paulatinamente en una nueva manera de percibir los sentimientos. Actúa como una doble compuerta emocional y ayuda a manifestar de manera diferente las emociones retenidas o los sentimientos no compartidos. Es muy útil para ayudar a salir de las depresiones originadas por los afectos no compartidos o lo que se denomina vulgarmente, mal de amores, pues tiende a recanalizar este tipo de sentimientos. Alegra el ánimo y empuja a buscar de nuevo, encendiendo el impulso hacia la aventura. Es una de las mejores gemas para los nacidos con el Sol en Acuario, pues su uso prolongado elimina esa sobriedad y frialdad que muchas veces deja demasiado tiempo en solitario a estas personas que siempre tienen dificultad para manifestar los afectos y las emociones.
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