El hombre Géminis 1

Sí, enigma he dicho. Si esperas otra cosa, digamos un hombre estable y paciente que se muestre siempre gentil contigo mientras el amor y la vida se desenvuelven con la calma de una góndola que se pasea por los románticos canales venecianos, entonces van en la misma dirección que una calesita: en círculo.
Bájate a toda prisa sin pensar que podías haberte ganado el anillo. No dejes que la música, ligera y alegre, te engatuse y te haga ir en pos de una escena pintada de colores que no son nunca los mismos, y en la que tan pronto puede aparecer un gris deprimente como un radiante amarillo o un sedante azul. Si eres una romántica incurable que pretende encontrar la armonía perfecta, corres algo más que cierto peligro.
Diga lo que diga el resto de su carta natal, si el Sol estaba en Géminis cuando el nació, este hombre no seguirá estando mañana donde está hoy, ni conservará de ayer ningún recuerdo perdurable. De una manera o de otra, cambiará. Es cierto que los cambios pueden ser siempre para mejorar, que es posible que apunte constantemente a metas más altas. Pero eso nunca podrás saberlo con certeza. Si tienes alma de jugadora, es posible que con él tengas suerte y te encuentres celebrando tus bodas de oro en medio de una gloriosa armonía mental y emocional. Pero los buenos jugadores saben cuales son las posibilidades antes de hacer su apuesta. Asegúrate de que tú las sabes. Dos raras excepciones a la inestabilidad geminiana son, aparentemente, el presidente Kennedy o la reina Victoria de Inglaterra. Sin embargo, no olvides que John Kennedy tuvo siempre múltiples intereses que cambiaban constantemente, y la reina Victoria (que por su posición planetaria se acercaba mucho a Tauro) introdujo muchos cambios importantes en las costumbres de su país. De todas maneras, entre nosotros no hay muchos que se casen con reyes, reinas o presidentes, a quienes las circunstancias han obligado a madurar y a adaptarse a una pauta establecida.
Un excelente ejemplo de la dualidad de expresión de Géminis es la confesión de una mujer que fue víctima de ella. El Mercurio era un productor cinematográfico y la mujer una famosa actriz, una morena nacida bajo el signo de Piscis. Después de un fin de semana que ella y otros signos pasaron como invitados en el yate de Géminis, y durante el cual el huésped se mostró con ella abiertamente insultante, grosero y distante, en forma alternativa, la actriz se sentía desalentada e intrigada.
No se que es lo que le pasa –comentó–. Supongo que me odia. Yo jamás le he hecho nada, y sin embargo casi no me ha dirigido la palabra durante todo el fin de semana. Ah, pero es que… vaya si ella le habrá hecho algo: había hecho que Géminis se enamorara de ella, y con la seriedad suficiente para que se casara con la actriz poco después del incidente. ¿Pero cómo reaccionó al tomar por primera vez conciencia del amor que sentía por ella? Como si su amada hubiera sido Lucrecia Borgia.
Es probable que esa experiencia no impida que las lectoras se zambullan en un romance con un hombre de Mercurio, pero tal vez les calme el dolor de las heridas a algunas chicas que hayan venido padeciendo la frialdad de un Géminis que está, casi con seguridad, perdidamente enamorado de ellas, pero que lo oculta cuidadosamente por sus propias e insondables razones. Géminis tiene una necesidad inconsciente de disfrazar sus verdaderas intenciones, de entablar con los otros una suerte de esgrima verbal y de encubrir sus motivos con acciones duales.
En general, buscarán confundirte. Después, con la característica incongruencia de Géminis, harán un giro de 180 grados y se mostrarán tan directos que te dejarán poco menos que sin aliento con su franqueza y brusquedad.
Con Géminis, el amor es fácil y divertido, siempre que no trates de aproximarte demasiado. Hay un núcleo íntimo que sólo le pertenece a él, que jamás compartirá con otro ser humano, ni siquiera contigo. Mantén las cosas calmas y no te muestres abiertamente apasionada ni dramática. No le aburras, interésale siempre, y tu romance con Géminis puede ser muy especial. No te rebeles contra su versatilidad; cambia con él. Mantente tan alerta, interesante tanto por la vida como él. De otra manera, tu amor podría no ser mas que… una de esas cosas. Mercurio busca, por encima de todo, una compañera mental, que esté a la altura de su ingenio, que incluso pueda superarle de vez en cuando, porque no es egoísta. Es muy realista y disfruta de los desafíos mentales. Lo último que quiere es un felpudo o una ratita aburrida. Deja que a través de tu imaginación femenina se trasluzca el cerebro, que eso no le asustará, como podría pasar con otros hombres. Le hará girar en la dirección debida: hacia ti.
Géminis tiende a dejar a los viejos amigos por otros nuevos, pero eso no significa que no tenga corazón. Su propia personalidad fluctúa y avanza de manera tan inevitable que para los de este signo es natural buscar a quienes armonizan con sus intereses del momento. Para Géminis, donde cuelga su sombrero está su hogar. Es raro que muestre apego profundo y duradero hacia recuerdos, lugares, personas y cosas del pasado.

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