A Acuario le deleita ver que su sensible hija Piscis da muestras de querer cambiar el mundo y que cree, como ella misma, que todas las personas deberían ser iguales. Ocupa el corazón de mamá, pues Acuario siempre esperó tener una hija con conciencia social.
Sin embargo, Piscis no es tan rápida como mamá para unirse a la campaña destinada a cambiar la sociedad: a la niña Piscis le gustaría cambiar primero su propio mundo, siendo amable y cariñosa con todos los que la rodean.
Piscis comprende por qué mamá piensa como piensa, y eso las ayuda a llevarse bien. Otra cosa que tienen en común es un aura soñadora, distante y ausente. Mamá está siempre cambiando de idea, mientras Piscis se pasa el día decidiéndose, ya que teme trastornar a alguien tomando una decisión equivocada.
Acuario es una exploradora, interesada por las ideas nuevas y dispuesta a correr riesgos. Piscis es más cautelosa en la infancia, pero mamá y su amplio espectro de intereses estimularán su imaginación. Mamá la introduce en los libros, la política y las cuestiones sociales, y le enseña a decir lo que piensa y a declarar sus opiniones.
Acuario da a Piscis mucha libertad, y suficiente orientación para evitar que se meta en problemas. La estimula para que sea una persona y no se dedique solamente a complacer a los demás. Disfruta viendo florecer las aptitudes artísticas y musicales de su hija. Mamá siempre la estimulará, pero nunca la empujará en una dirección que no sea la adecuada para ella.
La intelectual Acuario puede parecer a veces demasiado fría a la emocional Piscis. Mamá debe recordar que su hija necesita mucho afecto. Si aprende a consolar a Piscis cuando se siente mal con el mundo, abrazarla y darle la seguridad de que es amada, la relación entre ambas será excelente.
