Como reconocer a Sagitario 3

Casi siempre, el Sagitario típico es feliz y gregario, pero su temperamento puede estallar como un cohete si se siente importunado por gente que abusa de su forma de ser naturalmente amistosa o se toma demasiada confianza con él. También son habituales las rebeliones contra la autoridad y contra una sociedad opresora. Sagitario jamás escurrirá el bulto ante una pelea o una petición de ayuda. Las mujeres son capaces de perder su disposición normalmente agradable para atacar con la cortina de fuego de un discurso inesperadamente serio que ponga en su lugar a los impertinentes. Los hombres se valdrán de sus puños, desdeñando las armas. No es raro que la persona grosera e insultante que ha jugado con la buena disposición de Júpiter se encuentre despatarrada en la acera, pensando de dónde habrá venido ese cambio.
Los gallardos hijos de Júpiter no pueden soportar que se les acuse de fraude. Una acusación injusta que ponga en tela de juicio su integridad hará arder con fiereza su indignación, pero después de sus orgullosas demostraciones temperamentales, el Sagitario típico sentirá remordimientos y pedirá disculpas. Es capaz de ponerte un ojo negro y enviarte al hospital, pero lo más probable es que el Arquero empiece por hablar y actuar, y solo después piense en las consecuencias.
Son muchos los nativos de este signo a quienes atraen los escenarios, y nadie se siente más feliz que ellos concediendo repetidos bises a un público entusiasmado. Es capaz de cantar hasta quedarse ronco, o de gastarse los zapatos bailando, por el puro placer de la representación. El mundo del espectáculo está lleno de Arqueros.
Los hombres y mujeres de Júpiter poseen una fuerte vena religiosa, especialmente en su juventud. Se interesan muchísimo por los asuntos de Iglesia, pero a medida que maduran pueden volverse escépticos ante lo dogmático, inclinándose a cuestionar su antigua fe y tendiendo a buscar la perfección de sus valores Es raro el Sagitario que no tenga un juego de maletas de viaje; les encanta viajar, y por lo general tienen por lo menos una maleta, traqueteada en centenares de escapadas, ya preparada y lista para usarla sin pérdida de tiempo.
Siempre observarás un aire un poco infantil en el Sagitario típico, ingenuo, bravo y optimista. Se niega a aceptar la seriedad de la vida, aunque hay algunos que en sus últimos años afrontan de forma admirable la responsabilidad. Sin embargo, nunca se sienten verdaderamente felices bajo su peso. La naturaleza de Júpiter se rebela contra el confinamiento, que si es excesivo puede provocar enfermedades graves. Si Sagitario es capaz de sobrevivir a todo eso, y al desgaste provocado por la dispersión de sus energías, vivirá tanto como Matusalén. La mayoría de los Arqueros mantienen intactas sus facultades, refinadas por la edad, hasta el final, y con ellos es muy raro que la senilidad sea el problema.
Sus puntos sensibles son las caderas, pulmones, hígado, brazos, manos y hombros, intestinos y pies. El amor a los deportes y a la vida al aire libre que caracteriza a este signo puede hacerles propensos a accidentes debidos al exceso temerario de actividad, pero es raro que en los hospitales se les pueda mantener en cama más de unos pocos días. Sagitario cede de mala gana a la enfermedad, y se recupera con sorprendente rapidez. Es alguien a quien la vida rara vez derrota en forma permanente. Los Arqueros creen que con toda seguridad mañana será mejor que ayer, y hoy es bien interesante. Los ataques de depresión desaparecen casi antes de que las nubes hayan llegado a oscurecer la luz del sol.
A menos que en su carta natal haya alguna influencia cautelosa y conservadora, todo Sagitario tiene algo de jugador. Son muy pocos los que pueden resistirse a arrojar un par de billetes sobre el tapete verde. El repiqueteo de los dados en el cubilete tiene para algunos hombres y mujeres de Júpiter el atractivo de las canciones de Circe. Si su nacimiento estuvo señalado por aspectos diversos entre los planetas, un Arquero puede perder una fortuna en el juego de azar, o tirar el dinero del alquiler a las patas de su caballo favorito. Los casinos de juego atraen a Sagitario como el azúcar a las moscas, y lo mismo sucede con otros juegos más serios, como el mercado de acciones y las operaciones inmobiliarias. Afortunadamente, la mayor parte de ellos mantienen bajo control su tendencia a la especulación, pero no por eso se privan de arriesgar de vez en cuando un billete de lotería. Tanto los tímidos como los enérgicos sabrán aprovechar en cualquier momento las oportunidades amorosas: Sagitario se entrega al romance con temerario abandono, pero es frecuente que cuando se habla de matrimonio se detenga súbitamente en seco; lo piensa bien antes de seguir adelante, y mete la pata después de hacer cuidadosas consideraciones. Aunque en las relaciones amorosas el Arquero es cálido y afectuoso, resulta bastante esquivo a la hora de dejarse atrapar. Simbólicamente, es mitad hombre y mitad caballo, lo que evidentemente le da una cabeza de ventaja en cualquier partida de caza, a menos que tropiece con sus propias patas.

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