Se trata de un sueño de mal agüero que no tiene nada que ver con los bienes materiales ni con los juegos de azar, como podría parecer, sino que atañe especialmente a la vida afectiva y amorosa, que se verá en peligro por causa de desavenencias de difícil solución.
También se verán afectadas las actividades profesionales, pues estarán rodeadas de fracaso, lo que producirá pérdidas económicas. Somos víctimas de la desilusión.
También se verán afectadas las actividades profesionales, pues estarán rodeadas de fracaso, lo que producirá pérdidas económicas. Somos víctimas de la desilusión.
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