El Mago
Esta carta representa a un hombre joven, parado detrás de una mesa, sobre la cual se encuentran varios pequeños objetos; éstos tienen a veces forma de herramienta, como las de un zapatero; otras veces son símbolos de los cuatro palos.
La figura tiene el brazo izquierdo levantado, con la mano apuntando hacia el cielo. La mano derecha presenta la posición opuesta. En la mano izquierda del Mago hay una batuta, que indica la Voluntad humana y el elemento más material; mientras que la estrella de cinco puntas o pentáculo, en su otra mano, constituye la parte más etérea de su naturaleza. Algunas autoridades en materia de Tarot tomaron la batuta para simbolizar el elemento aire y la estrella de cinco puntas para representar el elemento tierra; pero no puede ser así, pues la eficacia mágica de la estrella de cinco puntas reside en su poder oculto, no en su sustancia material. Es a través de la fuerza de la Voluntad, simbolizada por la pequeña vara en la mano del Mago, como trasfiere a la tierra las potencias espirituales; por ello sostiene la estrella de cinco puntas hacia abajo. El ángulo formado por sus brazos traza el contorno del Aleph.
Esta posición, junto con su sombrero de alas anchas, que parece el signo de la Vida Eterna, es decir la cifra 8, colocada horizontalmente, parecería ser una parte primitiva del simbolismo.
Como la mayoría de las cartas de los Arcanos Mayores, ésta tiene dos aspectos, uno bueno y el otro maligno. Desde el punto de vista más elevado, el Mago o Prestidigitador es el buscador de la verdad espiritual, alguien que emplea todos sus poderes para lograr ese fin; cuando abusa de tales poderes, para fines egoístas, puede llegar a ser un mero estafador, un astuto distorsionador de la verdad y, en el peor sentido, el sirviente de Satanás. Algunas veces se representa al Mago con un cinturón alrededor de la cintura, y el cinturón constituye el símbolo zoroástrico del dualismo.