La Emperatriz

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La Emperatriz

La Emperatriz (Carta III) también está sentada sobre una especie de trono; sostiene en su mano derecha un cetro; lleva una corona cuyas joyas son estrellas. En primer plano, a sus pies, hay principio femenino, que es sentimiento más que pensamiento; es intuitivo, emocional, más que intelectual. A veces se dice que la Emperatriz representa a Ishtar, la diosa babilónica de la Fertilidad, la Madre de todo, cuyo culto se expandió desde su contraparte en Egipto hasta Cjrecia y Roma. Su figura fue reverenciada bajo distintos nombres, en diferentes países, por mucho tiempo. Era Artemis, la de los «grandes pechos», y sustentaba los títulos de «la que brilla como la plata», «Productora de Semillas» y «Preñada»; Ashtarte en Canaán y Attar en la Mesopotamia, también Ashtar en Moab. Athtar en la Arabia Meridional, Astar en Abisinia, Atargatis en Siria, Astarté en Grecia-, si bien, como lo señala M. Esther Harding en su obra Woman’s Mysteries (Misterios de la Mujer), «Artemis parece ser el término general que abarca a cualquiera de las muchas manifestaciones de esta gran diosa todopoderosa, la Gran Diosa (Magna Dea) de Oriente», lista autora nos relata que Ishtar «controlaba sucesivamente todos los ciclos de la luna o los meses del año; y la fertilidad del año, todo lo que naciera durante los doce meses, se consideraba procedente de Ishtar. Esta idea se expresa bellamente en la creencia de que su hijo, Tammuz, encarnaba concretamente la vegetación de la tierra. Lo llamaban Urikittu, el Verde. Es evidente que el cetro que la Emperatriz sostiene en su mano derecha, tal como figura en este naipe, destaca el aspecto de las fuerzas espirituales, vitales.
Acca Larentia, una diosa a quien los romanos confiaban sus semillas de trigo y sus muertos (Lares), también puede ser asociada con esta carta. De esta manera se advierte una conexión entre la Carta XIII, la cosecha final, y esta siembra del espíritu. Por otra parte, la Emperatriz es Ceres (o Deméter). La diosa egipcia Neftis, que simbolizaba el aspecto fecundo de la oscuridad, así como el dios Set, el destructivo, se representaba llevando una espiga de trigo en la mano.