Sobre el Tarot

Los veintidós Átout o cartas de triunfo, incluyendo al Loco (que, como corresponde, carece de número) ilustran la vida de un hombre, sus alegrías y penas, esperanzas y desilusiones; amigos, enemigos, casamiento, enfermedad y tránsito final, ya sea permanentemente a una esfera más elevada, o bien, en forma temporaria, antes de la reencarnación. En síntesis, reflejan a la humanidad en todas sus múltiples fases.
Como el Loco es el naipe sin número, lógicamente no puede tener ninguna posición en la serie de los Arcanos Mayores, ya que el orden implica número, tanto como el número implica orden.
Esta carta simboliza, en su sentido más elevado, el retorno del alma a su origen divino, la Nada, la Fuente Primera Ayin, de la Cabala; aquello de donde emerge toda manifestación y dentro de lo cual todo es finalmente reabsorbido. Por eso las ganancias terrenales no tienen valor, son mera locura; el camino al éxito material no lleva a ninguna parte, termina en la nada.
La mejor posición para el Loco parece estar por lo tanto, después del Mundo, aunque esta carta también podría colocarse antes del Mago, quien simboliza, entre otras cosas, el Misterio de la Unidad; entre aquello que está Arriba y aquello que está Abajo..