Hijo Tauro, madre Piscis

La dulce mamá Piscis teje un nido de amor alrededor de su hija Tauro. La reconfortará cuando esté deprimida, le prodigará caricias sin cuento y le enseñará a soñar. Organizará paseos divertidos, estimulará las capacidades artísticas de Tauro. ¡Y será incapaz de impedirle que se salga con la suya!

Y ése es el gran problema. A Piscis le resulta imposible mantenerse firme, así que la disciplina será lo primero en caer por la borda. Tauro será absoluta y desesperadamente consentida, cuidada según sus deseos; pero para sentirse verdaderamente segura, no obstante, necesitará que le enseñen también lo que está bien y lo que está mal, y Piscis no puede tolerar los enfrentamientos. Así que evitará imponer la ley si existe el peligro de que su hija provoque una escena.

La joven Tauro puede crecer y convertirse en un ser excesivamente exigente si Piscis no se planta alguna vez. Al fin lo hará, pero sólo después de haber llegado al límite absoluto de sus fuerzas. Piscis puede enojarse mucho si se siente verdaderamente presionada.

A mamá le resultará difícil tratar con la obstinación de Tauro. Ella es en sí misma una criatura tan flexible y fluctuante, capaz de adaptarse a cada situación nueva, que le resulta arduo comprender a una niña que no está preparada para adaptarse y simplemente se empecina. Es improbable que Piscis haya hecho algo semejante alguna vez en su vida, pues prefiere hacer mutis por el foro en cuanto aparecen los problemas en escena.

Tauro piensa que su mamá Piscis es muy atenta, pero un poco soñadora, atiborrada de ideas nada prácticas e imposible de sujetar.

La niña se impondrá la misión de hacer que mamá regrese a la Tierra para mantenerla bajo control, y deslizará escuetas observaciones destinadas a pinchar el globo de Piscis cada vez que parezca a punto de volar otra vez hacia el espacio exterior.

A Tauro le gusta que todo sea sólido y real, fiable y sensato. Quiere saber a qué atenerse y de qué pie cojean los demás. No tolera la incertidumbre y le gusta vivir rodeada de las cosas que ama, y siguiendo pasito a pasito una rutina estricta.

Pero a Piscis no le apetece nada este estilo de vida estructurado. Detesta sentirse atada a cualquier tipo de rutina -o a las posesiones materiales- y prefiere ser libre para seguir cualquier opción nueva que aparezca en su vida.
Ambas tendrán que encontrarse a mitad de camino. Mamá deberá asegurarse de tener espacio para sus propios intereses y luego hacer todo lo posible para atenerse a alguna clase de hábito más o menos regular, por el bien de su hija Tauro. Así tendrá en sus manos a una niña más dispuesta a ayudar y mucho más feliz.

Signo Tauro