La mujer Tauro 1

Tauro no es una mujer dominada por objetivos estrictamente mentales, sin que eso quiera decir que no sea inteligente y despierta. En cuanto a seso, está a la altura de los hombres y de las mujeres más dotadas, pero no le preocupa demasiado entender la teoría de la relatividad ni complacerse en abstracciones. Los títulos universitarios múltiples no la fascinan ni la impresionan; uno es suficiente para ganarse su respeto. Una mentalidad práctica, el sentido común y la capacidad de entender lo fundamental de cualquier tema son lo esencial en ella. Pero la típica muchacha Tauro no es una intelectual que se divierta leyendo a los filósofos, y las ideologías intrincadas no son su fuerte. Su pensamiento es práctico y sólido, sin adornos ni demostraciones de calistenia mental. Tiene los pies bien plantados en la tierra, y en sus firmes talones no hay el menor indicio de que puedan asomar alas. Es raro que las mujeres Tauro sean inquietas; no pierden ni la cabeza ni el equilibrio.
Normalmente, la perspectiva taurina es recta y segura, sin deformaciones ni distorsiones (aunque la Luna en Géminis puede provocar en ella algunos remolinos).
Es una criatura estrictamente física, lo que a ti te interesará indudablemente, pero para interesarle a ella, un objeto o una idea tiene que actuar sobre sus afinadísimos sentidos. Tauro se desentiende por completo de cosas que son «buenas para ella», que «todo el mundo hace» o que la «estimularán mentalmente». Si acudes a ese tipo de persuasión la harás bostezar. Para que reaccione con auténtico interés, ella tiene que encontrar alguna satisfacción sensual en todo lo que hace.
Es raro encontrar a una mujer Tauro acomodando en un jarrón unas cuantas flores artificiales. Para ella las flores deben ser reales y tener su propia textura o fragancia. En primavera y en otoño recogerá enormes ramos de retama y dulcamara, y en verano llenará la casa de grandes dalias y crisantemos. Su perfume será por lo común exótico y persistente, aunque algunas Tauro se inclinan en sentido opuesto y prefieren la fragancia de un cutis y un cabello limpios hasta la exageración. A las muchachas de este signo les conmueven indudablemente las sábanas recién lavadas e impregnadas del suave olor del sol, o el aroma delicioso del pan que se cuece en el horno. Les levanta el ánimo el olor del diario de la mañana, la emanación embriagadora de la hierba recién cortada después de una lluvia de primavera, la de una vela de cera al arder o el humo que se eleva de una pila de hojas otoñales. Que esto te sirva de advertencia para usar una buena marca de loción para afeitar, frotarse detrás de las orejas con un trozo de periódico húmedo, meterte una hoja medio quemada bajo la solapa y conectar el sistema de riego antes de darle el beso de las buenas noches. Los olores desagradables la afectan con la misma intensidad, aunque en sentido opuesto. No es una chica a quien le gustaría tener en su casa un zorrino, aunque lo hubieran desodorizado. No la lleves a comer pescado frito sin llevar contigo un aromatizador de ambientes. El problema está en el olor de la fritura; la fragancia del pescado fresco recién sacado del agua es otra cosa: es natural. Tampoco un establo ofenderá sus delicadas narices. Otra vez, Madre Natura. Si quieres que tu cortejo termine en un éxito olfatorio, tendrás que hacer una lista minuciosa.
También los colores exaltan sus sentidos, cuanto más intensos mejor. Todos los matices del azul te ayudarán a debilitar su resistencia, al igual que el rojo y el rosado. Cuando la vayas a visitar, ponte una corbata azul y una camisa de color rosado fuerte, pero no al mismo tiempo. Recuerda que Tauro también tiene el instinto de la armonía, y no querrás parecer un jardín de infancia mixto.
En la comida exigirá el sabor justo, y generalmente será generosa con los condimentos (a no ser que tenga ascendente en Virgo o en Capricornio). No te olvides de llevarla a lugares donde haya excelentes cocineros, porque una magra hamburguesa y una inexpresiva sopa de guisantes la dejarán emocionalmente fría. Si tienes suerte, será ella quien te invite a comer algo preparado en casa, y lo más probable será que le hayas pedido su mano antes del postre. Cuando una chica de este signo se ata el delantal, no es para preparar tostadas con canela. Siempre será buena idea, si vas a visitarla, ir con el estómago vacío. La Tauro típica puede conquistarte cocinando, y su cocina es una verdadera trampa para cazar hombres.
Los sonidos armoniosos y los efectos visuales bellos la atraen como un imán. La mayoría de las Tauro tienen notable talento para la música y el arte o saben apreciarlos, en todo caso. Es posible que sean muy buenos los dibujitos que hace distraídamente mientras habla por teléfono. Si la invitas a salir, los conciertos y las exposiciones son muy buena idea, y para una luna de miel piensa en las cataratas del Niágara o en el Gran Cañón del Colorado. La majestuosidad de la naturaleza la dejará arrobada.
Si el Niágara resulta demasiado caro, entonces llévala a un parque de diversiones. Probablemente, le encantará andar en la rueda giratoria, sintiendo el viento en las mejillas y escuchando la música del organillo. (La montaña rusa les llamará la atención a sus hermanas de Aries y de Géminis.) Es rara la mujer Tauro que nunca haya estado en una granja ni viajado por el país como autostopista, y a quien no le guste montar a caballo e ir de pesca. Con toda su sensualidad, la mujer Tauro tiene en el fondo de su corazón una vena retozona. La tierra la atrae con su llamada seductora, y ella responde echando los brazos al cuello de Madre Natura, con auténtico arrebato. Si quieres que con la misma autenticidad te abrace a ti, procura no poner música estridente, no comer ajo sin hacer gárgaras después y no vestir con colores disonantes.

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