Aries trata de eludir los problemas antes de solucionarlos
Es posible que usted prefiera la cacería amorosa a la relación estable, y en tales casos su interés por la pieza escogida desaparecerá tan pronto como haya conseguido capturarla. Además, las reglas amorosas que pondrían fuera de su alcance a alguien -por ejemplo, la pareja de su mejor amigo- son normas que un nacido en Aries no vacila en transgredir: vencida toda resistencia, parten al instante en busca del siguiente desafío amoroso, sin siquiera volver la vista hacia la ruina que dejan atrás.
A la inversa, cuando es usted quien pretende mantener una relación estable, puede mostrarse sumamente controlador, empeñándose en dominar a su pareja dentro y fuera del dormitorio. Y quizá ni siquiera sea consciente de esta actitud: de hecho puede llegar a estar tan absorto en sus propios sentimientos que los deseos y necesidades de los demás sean para usted algo definitivamente lejano.
Concesión es una palabra que no figura en su diccionario personal. El grito interior de «Yo, yo, yo», tan poderoso en la vida cotidiana de un Aries, casi lo incapacita para cualquier concesión. En el amor, como en todo lo demás, cuando da rienda suelta a su oscura energía marciana, usted exige que se cumpla su voluntad, y al momento. ¿Y qué ocurre si algunas de sus exigencias no se satisfacen?
Aries tiende a marcharse, en lugar de quedarse a resolver los problemas. Lo suyo por mandar es una auténtica obsesión: usted mantiene bien sujetas las riendas de la relación amorosa. El problema es que por culpa de ese afán se le hace a usted muy difícil abrirse y reconocer -ante los demás y, sobre todo, ante sí mismo- que en su interior también existe una parte débil y necesitada.
Le parece natural someter a su amante a una serie de pruebas para comprobar la profundidad de su compromiso y si su amor es merecido; pero usted se asombraría si alguien pretendiese hacerlo pasar por sondeos similares: está convencido de que su presencia ya es suficiente recompensa para su pareja.
Nunca será feliz con alguien a quien considere un perdedor. Y como a veces su nivel de exigencia es ridículamente elevado -aunque no sea ésta su opinión-, muchas personas pueden optar por alejarse de usted.
Aries puede ser el signo más egoísta de todos los del Zodíaco y el más insensible hacia las necesidades de la pareja; pero cuando usted es lo mejor de un Aries, estar a su lado es maravilloso.
