Como reconocer a Aries 4

Pero hay que demostrarle gratitud, eso si. Se sentirá profundamente herido, si es que no se enoja sin mas ni mas, al comprobar que no apreciáis sus agotadores esfuerzos, que van mucho mas allá de lo que requiere el deber y, probablemente, exceden también en mucho lo que vosotros queríais o necesitabais. Disfruta haciendo favores, y cuanto mayor es el gesto caritativo, mejor, pero el Carnero quiere que se le reconozca lo que ha hecho. Sin embargo, es probable que aunque no se le den las gracias, no se niegue a volver a ayudar. Su gran fe en sí mismo só1o encuentra parangón en su ingenua confianza en los demás, y por eso está casi constantemente desilusionado y quejándose de que alguien le ha traicionado. Claro que eso no le afecta durante mucho tiempo. Se rehace, se sacude el polvo, y no tarda en estar otra vez dispuesto para volver a quemarse, tras una típica orgía de depresión tan breve como violenta.
Aries da tal impresión de sinceridad que resulta sorprendente la decisión con la que defiende como si fuera un hecho algo que él sabe –o debería saber– que no es verdad. Acusadle de falta de honradez y se os quedará mirando atónito, bien abiertos sus cándidos ojos por el horror de que podáis dudar de él. Es capaz de vendarse los ojos y ponerse tapones en los oídos para excluir algo en lo que no quiere creer. Incluso cuando su posición es completamente insostenible, seguirá valientemente al pie del cañón, luchando con total convicción por la causa perdida. Pero también, en un momento de decisión rápida, puede cambiar de idea respecto de alguna opinión que uno habría considerado innata en él, y cuando esto sucede, se le hace imposible volver al punto de vista anterior, y hasta recordarlo siquiera. Su urgencia por arrojar el pasado al cesto de los papeles y seguir adelante a toda velocidad (una de las principales razones de su buena adaptación a los lugares y a la gente nuevos) le lleva a pensar que quienes intentan razonar con el están interfiriendo en su progreso. Entonces puede darse el caso de que arroje a los cuatro vientos el escaso tacto que posee. Los ultra conservadores, que pesan cada palabra y cada decisión, sacan de quicio a las almas de Marte, que pueden ser inequívocamente claros y significativos para comunicar su fastidio y su frustración. Así se comprende, pues, porque en ocasiones se hacen tan acérrimos enemigos de gente mayor y más prudente.
Aries tiene en su naturaleza una faceta de inocencia y de avidez, y una especie de fe ingenua, eterna y alegre, mezcladas con el fervor ciego del cruzado nato. Marte es de cuernos duros como el diamante, y difíciles de romper.
Es frecuente que lo vea todo rojo, pero cuando las chispas desaparecen, se vuelve tan alegre y amistoso como una margarita. Su metal es el hierro, y su fuerza indoblegable le da nueve veces mas vidas que a otros para vivir; nueve veces mas oportunidades de ganar la batalla. El fuego que consume su espíritu puede ser una antorcha llameante que ilumine el camino del valor para cualquiera capaz de reconocer su idealismo.
Es el que abre caminos, el que siempre lleva adelante a los otros hacia una meta imposible. Su fe, bella y férrea, es pura, sin asomo de aleación con la hipocresía y la codicia. Es raro que amase una fortuna, y si llega a hacerlo, no tendrá tiempo para detenerse a contarla. Podéis contar con su dinero, su ropa o su tiempo. Él siempre tiene algo que le sobra, por mas estrecho o pobre que pueda encontrarse momentáneamente. El Carnero sabe que el pan que se arroja a las aguas no sólo alimenta su yo y vuelve en mayor cantidad, sino que hace feliz a la gente, y esa es una de las cosas que mas le gustan en la vida.
Para Aries, los milagros son a dos centavos la docena, y si se os acaban, el os hará unos cuantos mas, envueltos en hermosos sueños de color escarlata.

Signo Aries