Acuario quiere que su hijo sea amable y considerado con los demás, y hará todo lo posible para impulsar a su egocéntrico hijo Aries en esa dirección. Pero el preocuparse por las desgracias de otra gente no va -realmente no- con el estilo del niño Aries.
Probablemente la veta competitiva y ruda de su hijo le resultará excesiva. Sus propios ideales marcan que no debería haber ganadores ni perdedores en la vida, pero Aries, naturalmente ansioso por ganar, jamás lo verá de ese modo. Esta madre adora la forma en que Aries expresa sus ideas.
Lo estimula a cuestionarse todo y a todos, cosa que le parece de perlas a Aries, que odia que le digan lo que debe pensar. Pero Acuario detesta tener que imponer disciplina, por lo que corre el riesgo de permitirle a su hijo que se salga casi siempre con la suya. Debe hacer un esfuerzo para evitar que Aries se torne demasiado díscolo y testarudo.
Tendrá que utilizar su precisa capacidad de persuasión, más que las órdenes, para aminorar gradualmente los excesos de Aries y enseñarle cómo comportarse en sociedad. En ese caso, la necesidad de Aries de ser el primero se convertirá en capacidad de mandar sin ofender a nadie. A cambio, mamá Acuario gozará de su energía y su calidez.
Acuario es emocionalmente fría, de modo que Aries no recibirá una respuesta teatral a sus estallidos feroces y sus planes disparatados. En realidad muchas veces se descubrirá pinchando a su madre para hacerla reaccionar. Probablemente ella necesite soltarse y hablar algo más de sus sentimientos.
Ella comprende la necesidad de su hijo de ir de frente, pero le puede resultar difícil igualar sus niveles de energía. Con todo, una madre Acuario siempre creerá en el derecho a la libertad y la independencia de su hijo, y ésta es la base para una buena relación.
