Primeros pasos de los niños Aries

En sus pinitos, la primera palabra que aprende Aries es No. Para cuando ha aprendido a pararse y a correr sobre dos pies ya la ha escuchado muchísimas veces. Pero con todo, sigue sin poder resistirse a tratar de abrir el frigorífico una vez más, o a poner los zapatos de mamá en el tocador sólo para ver qué pasa. Todo forma parte de su fascinación natural por la vida. Los gritos y las azotainas sólo lograrán hacerlo más decidido.

La manera de ganárselo es derrotarlo con el encanto de una sonrisa amistosa y una tentadora oferta alternativa. Si todo lo demás falla, pruebe a hacerle cosquillas. Aries podrá patear y gritar, pero secretamente le gusta saber quién manda, porque eso le ayuda a sentirse más seguro.

La segunda palabra que aprende es «¿Por qué?», y lo bombardeará con preguntas, desde «¿Por qué tengo que ir a dormir?», a «¿Por qué es azul el cielo?». Teniendo un mundo entero por descubrir, Aries quiere respuestas, y las quiere inmediatamente. También adora los desafíos físicos y se caerá del andador muchas veces sin perder la determinación de «hacerlo yo solo», y le provocará taquicardias cuando le grite repentinamente: «¡Mira dónde estoy!», desde el borde mismo del altillo.

Muy independiente, jamás pedirá ayuda, y cualquier auxilio que se le ofrezca deberá estar convenientemente disimulado. Pero esa sonrisa radiante y fascinante hace que todo valga la pena.

La naturaleza competitiva de Aries puede convertirse en agresión, especialmente cuando está rodeado de «debiluchos» que dan sus primeros pasos y no pueden arreglárselas con sus modales ásperos ni permitir felizmente que el líder nato Aries los sumerja en un frenesí de excitación.

Pero debajo de esa superficie áspera y ruda de «yo primero», el pequeño Aries posee un corazón tierno y jamás pensaría en lastimar a alguien a propósito. Es el primero en ofrecer su última galleta a un amiguito lloroso, aunque sea él mismo quien le haya hecho llorar.

Ser el mejor en todo es un objetivo serio de Aries, incluso en esta tierna edad. Dará un ciento diez por ciento en la carrera de sacos o en el concurso de pintura y se sentirá destrozado si no resulta ganador. En esos momentos es cuando se muestra el centro vulnerable de Aries, y necesita muchos mimos, ánimos y seguridad.

Algunas veces puede parecer demasiado confiado en sí mismo, pero en realidad el Aries que da sus primeros pasos está desesperado por gustar y ser aceptado, y puede sentirse herido para siempre por una frase ocasionalmente desconsiderada. Necesita que lo manejen con cuidado, calma y buena lógica, y es mejor mostrarle cómo tratar a los demás para que pueda seguir el buen ejemplo. De esa manera la vivida imaginación y el puro entusiasmo ariano por la vida sobrevivirán a los golpes, burlas e impactos de cada día e iluminarán el futuro.

Signo Aries