Personalidad de la Cabra

La Cabra es la niña de los ojos de la naturaleza, a la que la fortuna sonríe, pero es también una criatura de pastoreo, que necesita mucho un pastor vigilante y protector. La Cabra es el signo más femenino del Zodíaco chino, y se la conoce por sus maneras amables y compasivas. Las Cabras son sumamente comprensivas y generosas tanto con su tiempo como con su dinero. A menos que estén influenciadas por un animal más agresivo que rija su hora de nacimiento, es probable que tengan maneras suaves e incluso tímidas. Pero no se les debe subestimar el valor. Bajo la apariencia sumisa están la determinación interior y la resolución tranquila, y pueden responder con pasión y firmeza cuando se las amenaza o cuando se empeñan en alcanzar algún objetivo. En el mejor de los casos, son honradas, sinceras, de temperamento artístico, elegantes y muy creativas. En el peor, pueden ser demasiado emotivas y de un oscuro pesimismo.
Los chinos piensan que las Cabras están agraciadas por la buena fortuna a causa de su amor a la paz, su amabilidad innata y su pureza de corazón. Les corresponde el octavo signo, el número de la prosperidad y la comodidad en la numerología china. Por eso, las Cabras siempre tendrán tres cosas esenciales en la vida, que son la comida, la ropa y el cobijo, y también siempre encontrarán quien las asista. Tienen una suerte magnífica, y los demás se preocupan mucho por ellas. Las cosas parece que les caen del cielo sin más: herencias de parientes, costosos regalos de admiradores o el patronazgo y apoyo de gente rica y poderosa. Al igual que su amigo el Conejo, saben cómo caer bien a la gente y son maestras en vender con suavidad. Son capaces de ofrecer gran resistencia pasiva y siempre logran lo que quieren sin emplear la fuerza. También conocen el modo de aplacar o evitar a los enemigos, o de conseguir que otros vengan en su defensa.
A pesar de su suerte, las Cabras son en el fondo unas pesimistas preocupadas y capaces de predecir lo peor. Los infortunios pueden afectarlas mucho. También tienen dificultad en negarse algo a sí mismas, se inclinan a vivir por encima de sus medios y no les resulta fácil manejar la economía. Tienen gustos caros y tienden a gastar en demasía. Para evitar un conflicto, pueden ser vagas e irresolutas y, en consecuencia, pueden recibir críticas por no tomar una postura firme. Sus aproximaciones oblicuas y sus discursos indirectos a veces resultan exasperantes, y se encuentran predispuestas a la autocompasión y a portarse de forma muy teatral con respecto a sus infortunios. Sufren frecuentes cambios de humor y puede resultarles imposible ser objetivas.
Las Cabras ansian el amor, la atención y la aprobación. Florecen de forma espectacular si se les reconoce el talento, y pueden ser muy creativas. Entienden la belleza y la aprecian, tienen gustos finos y un ojo muy perspicaz.
La mujer del signo de la Cabra es sumamente femenina y muy coqueta -una auténtica doncella o una belleza sureña- y se preocupa mucho tanto de sus ropas como de su higiene personal. Es la maestra de la persuasión femenina, torciendo voluntades de la forma más simpática posible, con flirteos y engatusamientos, al tiempo que simula ser frágil y vulnerable. Puede mostrar abiertamente su favoritismo con respeto a los que considera especiales y no tener en cuenta para nada a aquellos que juzga inaceptables o sin valor.
Las Cabras necesitan parejas fuertes y leales que les den apoyo. Las personas del signo del Tigre, del Caballo y del Jabalí, con su optimismo, complementan bien a las nativas de la Cabra y formarán con ellas las mejores uniones. Los nacidos bajo el signo del Gato, el Dragón, la Serpiente, el Gallo o, incluso, la Cabra, formarán en segundo lugar buenos emparejamientos. Las Cabras podrán encontrar armonía con cualquiera de ellos.
Los nativos de la Rata desaprobarán las maneras extravagantes y la condescendencia consigo mismas que tienen las Cabras, las cuales, a su vez, no sentirán ninguna simpatía por el severo e inflexible nativo del Buey o por el práctico y sensato nativo del Perro.
Los niños nacidos en el año de la Cabra son unos corderillos adorables que serán muy mimados y a los que se echará a perder. Muy sensibles, dan muestras de inclinaciones artísticas a una edad temprana, y aman la belleza, la música y la poesía. Pueden ser muy dependientes y necesitar a los demás en exceso, mientras que les resulta difícil hacer las cosas por sí mismos o para sí. No soportan que se les critique o provoque, y requieren muchísima simpatía y comprensión cuando están heridos en sus sentimientos. Pueden retirarse hacia un mundo mágico propio con el fin de aislarse de las maldades del mundo a su alrededor, y albergar miedos morbosos que en ciertos casos hasta podrían enfermarlos. En el colegio y en los juegos se rodean de los niños más dominantes para que los protejan. El hogar, la seguridad y el bienestar son muy importantes para ellos. Asimismo, se mostrarán extremadamente amables y compasivos respecto al sufrimiento de los demás, incluso también con el de los animales, y tienen un afecto y una generosidad sin límite con aquellos a que aman.

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