Personalidad del Perro

Las personas nacidas en el año del Perro son cálidas, idealistas, honradas, directas e inteligentes, con un sentido profundo de la lealtad y una pasión por la justicia y el juego limpio. Muchas veces, protegen con más ahínco los intereses de los demás que los suyos. Son amigables, vivarachas, sencillas y ostentan un fuerte atractivo sexual. Igualitarios y demócratas, los nativos del Perro son razonables y saben cómo llevarse bien con los demás y alcanzar acuerdos. Poseen un carácter noble y altruista y un fuerte sentido del deber. Las personas confían en ellos y los tienen en alta estima, lo que hace que sean buenos dirigentes, aunque con frecuencia se muestren reacios a aceptarlo.
Muchas veces, los perros nacen en buenas familias. En el caso de no ser así, consiguen ascender de posición social, sin que por eso renieguen de la familia o escondan sus orígenes.
Los perros pueden ser propensos a sufrir períodos de comportamiento extravagante y malhumorado, durante los cuales se irritan muchísimo por pequeñas cosas. Como se inclinan al pesimismo y a cierto grado de paranoia, esperan problemas donde no hay ninguno, y se preocupan sin necesidad. Sin embargo, en ocasiones sus expectativas se verifican, pues los perros tienen un instinto natural de guardianes, que hace que detecten de inmediato a un amigo o un enemigo, así como el bien o el mal. También acostumbran a clasificar a las personas según esas categorías. En la mentalidad de un perro, no existen los grises. O se está con ellos o contra ellos, o se es un amigo o un enemigo. Su decisión de fiarse o no de alguien es definitiva. Si tú resultas estar entre los pocos elegidos, entonces serás de verdad afortunado, pues el perro es un amigo sumamente leal y un aliado que no dudará en acudir en tu ayuda o defensa. A cambio, esperan de los demás que les sean leales en igual medida. Además de la injusticia, son la deslealtad y la cobardía lo que más desprecian.
Aunque en ocasiones puedan ser belicosos y pendencieros, es excepcional que echen mano alguna vez de golpes bajos con el fin de ganar una pelea. Traban sus batallas abiertamente, enfrentándose al enemigo cara a cara. Pero, de un modo general, los perros sólo atacan si se les desafía en su propio terreno. Pese a que son de veras cálidos y generosos con sus amigos, pueden ser críticos y fríos con las personas que no les gustan. Prácticos y muy realistas, son valientes y directos, y, a veces, tienen la lengua muy afilada. En su presentación negativa, es posible que resulten beligerantes, amantes de las controversias, que tengan opiniones rígidas y sean muy cínicos y cáusticos. Si se les hiere o alguien se aprovecha de ellos, pueden vengarse con ferocidad y sin compasión.
La mujer del signo del Perro tiene una belleza cálida y duradera. Brigirte Bardot y Sophia Loren son ejemplos de ese atractivo, sensual y perdurable. La nativa del año del Perro hace amistades despacio, pues traba conocimiento poco a poco con las personas y las sondea, mientras verifica si merecen su aprobación y poseen las cualidades que juzga apropiadas para formar una amistad leal y duradera. Puede portarse de forma brusca e impaciente cuando le llevan la contraria, pero por lo general es cariñosa y atenta a las necesidades de los demás.
Su marido e hijos encontrarán en ella una amiga y aliada siempre cooperadora e imparcial, que no actúa de forma posesiva ni interfiere. La mujer nativa del Perro disfruta de las actividades al aire libre, tales como la natación, el excursionismo y el tenis, y le encanta bailar e ir a fiestas.
Las personas del signo del Perro son compatibles, sobre todo, con las del signo del Tigre y del Caballo. Con las nativas de la Rata, del Conejo, de la Serpiente, del Mono y del Cerdo, o con otra del Perro, forman buenas parejas en segunda opción. Los nacidos bajo el signo del Gallo y del Perro tendrán dificultades para entenderse el uno al otro, y los perros no serán capaces de aguantar las indecisiones y la inmoderación de los nativos de la Cabra, que a su vez considerarán a los del Perro duros e insensibles. Los pertenecientes al signo del Dragón entrarán en conflicto directo con los del Perro, pues éstos serán en extremo críticos con los primeros mientras, por su parte, los nativos del Dragón se enfadarán con la mofa que hacen los perros sobre sus grandes planes.
Los niños del signo del Perro son de disposición alegre y armoniosa. Como son unos realistas natos, esperan poco de los demás y aceptan a los padres que tienen tal como son. Poseen un fino sentido del humor y una percepción de sorprendente claridad, y son, además, directos y sinceros. Tienen confianza en sí mismos, son leales, saben cómo valerse sin ayuda y son muy protectores con los demás miembros de la familia. Son razonables y cooperan cuando se les pide que ayuden en la casa y, a pesar de que insisten en mantener cierto grado de independencia, permanecen cerca de casa. Si se les ofende o se les hiere, pueden volverse beligerantes y rebeldes, pero la rabia se les pasa rápido y enseguida vuelven a ser razonables y recuperan su propio equilibrio interior.

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