Cómo entender los signos solares 3

Sin embargo, a falta de un análisis tan completo, para todo el mundo puede ser provechoso estudiar los signos solares, y este conocimiento puede hacer que nos tratemos unos a otros con más tolerancia. Una vez que se comprende con que profundidad forman parte ciertas actitudes de la naturaleza de la gente, uno puede aceptar mejor su comportamiento. Saber algo sobre los signos solares puede ayudar a los serenos y equilibrados padres Escorpio a tener más paciencia con la rápida vivacidad que puede, de otra manera, parecerles inquietud sin sentido en un niño Géminis. Ayuda a los estudiantes extrovertidos a comprender a sus profesores introvertidos, y viceversa. A Virgo se le perdonará su meticulosidad si se entiende que nació para mantener derecho hasta el último pelo, y para deshacer enredos examinando todos los detalles. Es mas fácil soportar el descuido de Sagitario cuando uno está al tanto de que está demasiado ocupado defendiendo causas para fijarse en todo momento por dónde va o darse cuenta de a quien pisa.
Su franqueza será menos hiriente para quien conozca su compulsión a decir la verdad a cualquier precio.
No se sentirá el lector tan dolido cuando Capricornio no prorrumpa en gritos de admiración ante el regalo que acaban de hacerle, si recuerda que, aunque su agradecimiento es profundo, él es incapaz de expresar abiertamente su placer. También su insistencia en el deber resultará menos irritante si quien la padece sabe que la disciplina que él mismo se impone es tan severa como la que impone a otros. Resulta un tanto más soportable hacer frente a las interminables discusiones y vacilaciones de Libra para quien sepa que, en virtud de su signo solar, lo único que intenta el nativo es ser justo y llegar a una decisión imparcial. Acuario no le parecerá al lector tan impertinente cuando se meta en su vida privada si se detiene a pensar que los de ese signo son individuos creados con una urgencia incontrolable de investigar las motivaciones de la gente.
En muy raras ocasiones puede uno encontrarse, digamos, con un Leo que tenga cinco o seis planetas en Piscis. Es obvio que las influencias de Piscis se proyectarán en él con la intensidad suficiente para que se haga difícil adivinar su signo solar, ya que pesarán bastante sobre las cualidades típicas de Leo.
Pero una situación tal, rara vez se da, y si el lector se encuentra completamente familiarizado con los doce signos solares en detalle, el nativo no podrá ocultarle siempre su verdadera naturaleza. Por mas que se esfuerce el pez por esconder al león, el signo solar de Leo jamás se eclipsará del todo, y siempre será posible pescarlo desprevenido.
Jamás cometáis el error de quedaros en la superficie cuando se trata de reconocer los signos solares. No todos los Capricornio son mansos, ni todos los Leo se mostrarán exteriormente dominantes, ni son vírgenes todos los Virgo. De vez en cuando os encontraréis con un Aries que tiene cuenta de ahorros, con un Géminis tranquilo o incluso con un Piscis con sentido práctico. Pero hay que mirar mas allá de ese par de rasgos que pueden despistarlo a uno, y se encontrará al ostentoso Capricornio atisbando el Quién es quién, al tímido Leo con cara de pocos amigos porque han ofendido su vanidad, y al insó1ito Virgo presumido comprando insecticida a granel, porque así sale mas barato. Es posible que un Géminis tranquilo no sea rápido para hablar, pero la mente le funciona a la velocidad de un jet. Un excepcional Aries ahorrativo irá al banco con una chaqueta de color rojo vivo o responderá a un interlocutor grosero, y un Piscis práctico no deja de escribir secretamente poesía o invita a comer a seis huérfanos para el día de Acción de Gracias. Si el lector mantiene abiertos los ojos y los oídos, nadie puede ocultar con éxito a su observación de qué signo solar es. Hasta los animalitos domésticos mostrarán rasgos inconfundibles de su signo solar. No es cuestión de cambiarle de lugar el plato de comida a un gato Virgo, y mas vale no olvidarse de hacer fiestas a un perro Leo.
Diviértase el lector practicando con gente famosa, políticos, héroes y heroínas de novelas. Intente descubrir de qué signo son, o a qué signo representan mejor, y aguzará así su percepción astrológica. Se puede, incluso, probar con los personajes de historietas. El bueno de Charlie Brown es evidentemente Libra, y Lucy sólo puede ser una Sagitario con ascendente Aries y la Luna en Virgo. En cuanto a Snoopy, bueno, cualquiera puede ver que es un perro Acuario, con la forma en que se pone esa bufanda inverosímil y esa gorra de aviador de la primera guerra mundial, para perseguir a un imaginario Barón Rojo desde el techo de su perrera. (También es posible que Snoopy tenga una influencia desfavorable de Neptuno.) No deje el lector de hacer la prueba, que se divertirá muchísimo. Pero lo mas importante es que, al jugar el juego de los signos solares, irá aprendiendo algo muy serio y útil: a reconocer los sueños ocultos de la gente, sus esperanzas secretas y su verdadero carácter; a comprender sus necesidades mas profundas; a gustar mas de ellos y a conseguir que ellos gusten de uno; a conocer realmente a las personas que conoce. Es un mundo más feliz, y la gente es bastante mejor, cuando uno busca el arco iris que está oculto dentro de ella.
¿No es acaso éste el principal problema de la vida, la comprensión? Abraham Lincoln lo dijo con sencillez y precisión: <>.
Empezad, pues, ahora mismo a estudiar vuestros signos solares, actuad con razonable cautela cuando los apliquéis, y la gente se preguntará admirada de dónde habéis sacado vuestra nueva capacidad de percepción, así que empecéis a revelar su verdadera naturaleza. En realidad, la comprensión de los doce signos solares puede cambiar literalmente vuestra vida. Estáis en camino de comprender a personas que no conocéis siquiera.