A largo plazo
Como buen signo de Tierra y por ser fijo, la mayor virtud de Tauro a la hora de proyectar consiste precisamente en aquello de lo que suele adolecer Aries: la constancia, rasgo que en algunos casos puede llegar a la obstinación.
Ningún taurino se sentirá conforme si debe dejar cosas libradas al azar, o si requieren respuestas muy inmediatas o improvisadas: su naturaleza es especialmente lenta, y nunca proyecta a corto plazo.
Lento y pausado, pero seguro, es el lema de Tauro. Hasta que la cosas no sean «concretas» no serán valoradas por estos nativos.
El signo otorga un importante dominio sobre la esfera material de la vida: planifican casi todos los actos de su exisíenia en forma sensata, con los pies sobre la tierra.
Qué debe aprender:
Permitirse más libertad de acción, sin contundir constancia con tozudez.
Ningún taurino se sentirá conforme si debe dejar cosas libradas al azar, o si requieren respuestas muy inmediatas o improvisadas: su naturaleza es especialmente lenta, y nunca proyecta a corto plazo.
Lento y pausado, pero seguro, es el lema de Tauro. Hasta que la cosas no sean «concretas» no serán valoradas por estos nativos.
El signo otorga un importante dominio sobre la esfera material de la vida: planifican casi todos los actos de su exisíenia en forma sensata, con los pies sobre la tierra.
Qué debe aprender:
Permitirse más libertad de acción, sin contundir constancia con tozudez.
