Esta cúspide es una superposición y mezcla del octavo signo del zodíaco, Escorpio, y el noveno, Sagitario. Desde un punto de vista simbólico, este período puede equipararse con el año cincuenta y seis de la vida humana, y en el hemisferio norte marca el comienzo de los días más fríos y cortos de finales de otoño. Esta cúspide representa la Revolución. Astrológicamente, durante esta etapa crucial de la vida se producen tres tránsitos planetarios importantes: la conclusión de segundo ciclo completo del planeta Saturno (que tarda unos veintiocho años para regresar a su posición original) y los movimientos de Urano y Neptuno (hasta los 240° y 129° respectivamente de su posición original). Estos tres tránsitos señalan el inicio de una nueva fase de la vida humana, en la que suelen producirse cambios inevitables: se aproxima la jubilación, los matrimonios y otras relaciones poco satisfactorias a menudo llegan a su fin, el amor a los hijos se desplaza hacia los nietos y es posible que haya que afrontar impedimentos físicos. También es probable que se manifieste una mayor empatia con los semejantes y que surja un interés por asuntos internacionales o incluso universales (religión, espiritualidad, fenómenos paranormales). Es el momento en que muchas personas se sienten frustradas y resentidas por no haber hecho lo que deseaban en la vida y ven este período como «la última oportunidad». Cuando aún no se han realizado cambios radicales, la naturaleza revolucionaria de la cúspide Escorpio-Sagitario subraya la necesidad de una reorganización total.
Esta cúspide ilustra una reorganización social activa y los conflictos concomitantes que podrían emerger en esta etapa de la vida. Las energías combinadas del Escorpio profundo, serio y misterioso y del Sagitario intuitivo, extrovertido y amante de la libertad reflejan la necesidad de comprenderse a uno mismo en primer lugar y de actuar después en consecuencia con el fin de realizar cambios.
LA PERSONALIDAD ESCORPIO-SAGITARIO
La personalidad Escorpio-Sagitario se caracteriza por la rebelión contra la autoridad. Paradójicamente, cuando los nacidos en esta cúspide ocupan puestos de mando, suelen ser capaces de administrar el poder con habilidad. Sin embargo, en términos generales, estos individuos se desempeñan mejor en empleos autónomos. Incluso aquellos que trabajan en grandes empresas o que realizan tareas en equipo son más eficaces cuando se les concede un alto grado de autonomía.
Todas las personalidades de las cúspides presentan elementos conflictivos, ya que están influidas por dos signos adyacentes muy distintos. Las energías de Escorpio (agua) y Sagitario (fuego) pueden chocar y producir malestar interior. Al estar guiados por los sentimientos y la intuición, los nacidos en este período pueden carecer de la estabilidad de la tierra y de la orientación mental del aire, dos cualidades necesarias para mantener el equilibrio.
Muchos de los nacidos en esta cúspide son propensos a los arrebatos irracionales, sobre todo en la juventud, cuando son dolo-rosamente conscientes de lo que los diferencia de los demás. En consecuencia, a menudo ni siquiera se molestan en prepararse para una vida convencional. Por otra parte, cuando las adversidades los obligan a hacerse cargo de sí mismos en la juventud, adquieren una extraordinaria capacidad para fijarse metas y llevarlas a buen término.
CONSEJOS
Guíese por su propia concepción de la vida, pero no pierda de vista a los demás. Asegúrese de que sus intenciones sean honradas y sus motivos nobles. Cultive la objetividad necesaria para tomar distancia y observar su propia vida. Procure ser más indulgente y menos posesivo.
ATRACCIÓN
Los nacidos en la cúspide Escorpio-Sagitario suelen sentirse atraídos por personas de otras cúspides, en especial la de Piscis-Aries (19-24 de marzo) y la de Cáncer-Leo (julio 19-25).
PERSONAJES CÉLEBRES
Martín Lutero, Indira Gandhi, Robert F. Kennedy, Calvin Klein, Voltaire, Goldie Hawn, Charles De Gaulle, Manuel de Falla, George Elliot, Billy el Niño, Julio Anguita, Henri Toulouse-Lautrec.
