Escorpio como un vehículo para la transformación. Cuando Escorpio está en la cúspide de la Séptima Casa, las relaciones no reflejan el idealismo romántico de Libra, la diversión y la pasión desenfrenadas de Leo, ni la alegría de Géminis. Las asociaciones son procesos para un cambio intenso y profundo. La transmutación tiene lugar a través de los efectos que la persona descendente Escorpio produce en las vidas de los demás y de los cambios que son invitados a la propia a través de la elección de sus compañeros o compañeras.
Tauro, que está devotamente vinculado al statu quo, se encuentra en la cúspide del ascendente. Escorpio es el signo de la muerte y el renacimiento. Desafía a la naturaleza de la estabilidad que Tauro intenta crear.
Pero tales desafíos y las relaciones que los ocasionan pueden producir una riqueza incluso mayor, valores de vida más refinados y un incremento en la vitalidad.
El camino de las relaciones puede tener sus conflictos cuando Escorpio está en el descendente, pero la promesa de una asociación en constante crecimiento y evolución es también muy grande.
Tauro, que está devotamente vinculado al statu quo, se encuentra en la cúspide del ascendente. Escorpio es el signo de la muerte y el renacimiento. Desafía a la naturaleza de la estabilidad que Tauro intenta crear.
Pero tales desafíos y las relaciones que los ocasionan pueden producir una riqueza incluso mayor, valores de vida más refinados y un incremento en la vitalidad.
El camino de las relaciones puede tener sus conflictos cuando Escorpio está en el descendente, pero la promesa de una asociación en constante crecimiento y evolución es también muy grande.
Volver a la Casa VII