Júpiter en la Casa IV

Júpiter en la Cuarta Casa refuerza la tendencia a aceptar a los demás y a dejarles entrar en el propio santuario interior en busca de consejos y protección.
Este santuario puede tomar la forma del propio hogar y/o la comodidad de la fortaleza y la sabiduría interiores. A menudo, Júpiter en esta posición indica que la persona proviene de una familia rica o establecida socialmente. Incluso si éste no es el caso, el individuo siente que posee una riqueza interior (con frecuencia, de naturaleza espiritual) que no puede medirse en términos económicos.
Volver a la Casa IV