Secretos eróticos de Tauro
Qué cosas enloquen a Tauro Sexualmente
Para que tauro llegue al climax, hay que darle tiempo.
El único objeto que no tiene lugar en el dormitorio de un Tauro es un reloj, porque hacer el amor es la única actividad en la que usted no quiere ni puede ser apresurado. En cosas de amor a usted no le van las comidas rápidas: cada sesión amorosa debe ser un banquete de placeres sensuales que le permitan demostrar sus deslumbrantes habilidades culinarias.
El apetito sexual de Tauro iguala a su apetito por la comida, y en ambos campos usted no se conforma con menos que la perfección. Así, la noche ideal puede empezar con una mesa iluminada por velas, muchísima comida apta para comer con los dedos -y para llevarla a la boca de la persona amada- y una copa de champaña bien frío, pues usted adora el voluptuoso restallar de las burbujas contra su paladar.
Hacer el amor es para usted una experiencia integral, así que mientras el incienso que arde o una fragancia penetrante ocupa su sentido del olfato, usted disfrutará observando cómo su amante se desviste lentamente ante sus ojos, y luego sintiendo la caricia de un trozo de terciopelo que roza con suavidad su hipersensible cuello taurino. Las telas ricas y opulentas y la música lenta, romántica, completan su escenografía soñada. Podrían añadirse todos los objetos que seducen su innato gusto por el lujo.
Aunque para Tauro el sexo es tan natural como la respiración, usted necesita tiempo para alcanzar las verdaderas cumbres de la pasión. Una vez allí, eso sí, usted resultará insaciable durante toda la noche y sólo se detendrá para comerse una negra mousse de chocolate o algún otro tentempié igualmente pecaminoso.
Si bien su faceta física puede tentarlo a mantener relaciones sin ataduras, el sexo y el amor siempre van juntos para Tauro, y la calidez y la intimidad que siguen al sexo son para usted tan importantes como el acto mismo. Es el único momento en que Tauro puede bajar sus defensas y hablar y escuchar con libertad. Y para tenerlo satisfecho, el contacto debe ser ininterrumpido: un abrazo tierno, una caricia en la mejilla o un pellizco insinuante cuando se cruzan por el pasillo mantienen la llama de su pasión encendida día y noche.
A usted le gusta que el sexo sea profundo y verdadero, y no le acaban de entusiasmar ni los artilugios ni los juegos sexuales, aunque bien mirado, vestirse de determinada manera con frecuencia le ayuda a soltarse más. Y por mucho que usted guste de la pasión en lugares convencionales, puede resultar una saludable novedad sintonizarse con el elemento de tierra de su naturaleza y hacer el amor sobre un lecho de hojas, bajo las estrellas.