El empleado Cáncer

Siempre es bueno tener trabajando para uno a un Cáncer, porque realmente trabaja para uno. No trabaja por la gloria ni por ninguna nebulosa quimera, ni acude cada día a la oficina porque está entusiasmado con la recepcionista. Cáncer jamás piensa en su trabajo como una forma de autoexpresión, ni como una manera entretenida de pasar el rato entre un café y otro. El trabaja por la razón más sencilla del mundo: por la seguridad. Y eso, naturalmente, significa su sueldo.
Usted se dará cuenta inmediatamente de que el sueldo de un Cáncer debe estar hecho de elástico. Debe estar continuamente estirándose. A medida que pase el tiempo y que él tenga más experiencia, su lealtad esté más probada y sus talentos y capacidades sean evidentes, el Cangrejo esperará más dinero. Sus ingresos deben igualar siempre a sus gastos, y estos aumentarán sin cesar. Y si su sueldo no está a la altura, se verá obligado a hacer algo que va totalmente en contra de su naturaleza: dejar su trabajo para irse a otra parte. Para el Cangrejo nunca es fácil dejar nada, ya se trate de cepillos de dientes, postales viejas, cordones de zapatos, calcetines, muchachas, cargas de bolígrafo vacías o trabajos. Cuando se afirma, vaya usted a hacerle mover. La fiabilidad y tenacidad son los materiales que se usaron –y con gran prodigalidad– para construirlo. Y le vienen muy bien para su ambicioso ascenso hacia el éxito. Es posible que por el camino se sacuda, se estremezca y tiemble un poquito. Cuando aparezcan los tiburones y sus emociones resulten heridas en lo vivo, pero todo eso se mantendrá bajo la segura protección de su recio caparazón de decisión y tenacidad.
Pese a la aparente suavidad del Cangrejo, Cáncer es un signo cardinal, lo que significa que los regidos por él nacieron para asumir responsabilidades para conducir, no para que les conduzcan. Mientras sea necesario, aceptarán con docilidad la disciplina de un jefe, pero no olvide usted que es lo que se esconde tras esa disposición a obedecer dócilmente las órdenes. Cuando el Cangrejo sirve obedientemente, a lo que sirve en realidad es a sus propios objetivos secretos. Y sucede que su trabajo es un importante ladrillo en la construcción del gran edificio que está levantando. Tan pronto como la sólida estructura esté terminada, él se encargará de dirigirlo. Dicho de otra manera: su meta es un cargo de ejecutivo. Es una idea que ni por un instante deja de tener presente, y mas vale que también la tenga presente usted, por razones obvias.
Su motivación para ir uniendo esos ladrillos con una mezcla tan fuerte no suele ser el deseo de poder. Lo que le impulsa a seguir adelante no es el prestigio, como en el caso de Capricornio, la cabra, ni el ego, como sucede con Aries, el carnero.
Él se ve impulsado a acumular dinero, y una inconmovible posición de autoridad por muy diferentes razones. Cáncer necesita la tranquilidad de saber que tiene el futuro asegurado, para poder terminar relajándose y viviendo allí donde está su corazón: en el ayer. Y eso exige dinero. Las antigüedades son caras, lo mismo que las enormes casas viejas y las cenas de gala servidas con todo lujo. También para coleccionar autógrafos se necesita mucho dinero, y los marcos dignos de encerrar los retratos de los antepasados no son baratos. ¿Y la cantidad de monedas que hacen falta para comprar un buen equipo de alta fidelidad para escuchar música clásica? Además, es posible que el empleado Cáncer necesite sumas importantes para mantener a los parientes que se han ido a vivir con él en momentos de estrechez, o para ayudar a uno de sus vástagos, que quizá necesite más dinero por múltiples razones. Aparte, el Cangrejo tiene mil y un miedos, entre reales e imaginarios, que entretejen una complicada red de fastidiosas dudas y sentimientos de inadecuación. Y todo eso se calma con autoridad y liderazgo, de la misma manera que la novocaína calma el dolor.
Hay una cosa más que necesita el Cangrejo: afecto. Naturalmente, eso no es responsabilidad de un jefe, pero es importante que usted lo sepa. Es posible que algún día tenga que darle un apretón de manos y decirle unas cálidas palabras de gratitud, en vez de ascenderlo. Claro que eso no será un sustituto adecuado del dinero, pero es posible que le decida a seguir un tiempo más con usted. A Cáncer le halaga que le reconozcan sus meritos, pero el halago jamás igualará su ligazón sentimental con su saldo bancario.
Tampoco se vaya usted al otro lado y caiga en la costumbre de decirle: “Oiga, amigo, por el momento no puedo pagarle lo que se merece, pero le tengo muchísimo afecto”. La segunda o la tercera vez podría interpretarlo mal; es decir, podría pensar que no es usted sincero. Tenga la misma cautela con sus empleadas Cáncer, porque también es fácil que ellas le interpreten mal. La mujer de este signo es retraída y tímida con los extraños, pero sabe reconocer una señal romántica desde una distancia increíble y con extraordinaria rapidez. Si está soltera, mas vale que usted también lo esté, porque cuando aparezca en los ojos de ella esa mirada tiernamente posesiva, se verá en graves problemas para zafarse del lazo. Y si está casada, lo congelará con sus miradas o le dará respuestas cortantes hasta que vuelva usted a mostrarse respetuoso. No escatime afecto a sus empleados lunares, pero trate de mantenerse en un plano impersonal. Se que es lo mismo que decirle a alguien que puede desvestirse, pero no acercarse al agua, pero así son las cosas.