El jefe Cáncer

Ahora que conoces el sentido del humor de los Cangrejos, tal vez tengas la impresión de que la oficina de un jefe Cáncer es un lugar realmente divertido, donde no faltan más que los confetis y un sommelier que sirva el champaña. Todos los empleados muy serios, y el ejecutivo lunar el cómico de las respuestas breves y rápidas. Será como trabajar todas las noches en una discoteca. Bueno, pues… no exactamente.
Si trabajas para alguien que esté en el mundo del cine o de la TV, todo eso puede ser válido, pero en cualquier otro lugar, mas vale que te sacudas los confetis del traje, te pongas bien el nudo de la corbata y te olvides de las bromas. Al grave y laborioso ejecutivo Cáncer no le hace gracia la hilaridad en el trabajo. Su humor laboral puede moverle a risa cuando un competidor excesivamente confiado da un traspié, o a sonreírse débilmente cuando le pidas que te doble el sueldo antes de haber demostrado que te lo mereces. Son dos situaciones que harán vibrar su cuerda cómica y le producirán risa, pero no habrá muchas otras cosas que provoquen su regocijo. Su humor sigue existiendo por debajo de la pulcra expresión de hombre de negocios y de la impecable camisa blanca, pero no lo derrochará en el trabajo. En la mayor parte de los casos lo reservará para la comedía de los errores humanos, o para mitigar el nerviosismo de alguien, con tono habitualmente bondadoso. Sin embargo, de cada ocho horas de trabajo, durante siete horas y cincuenta y nueve minutos mantendrá un semblante serio, hosco incluso.
No es mi intención asustarte haciéndote pensar que sea un ogro (aunque por el mundo hay algunos jefes Cáncer que lo son). Quiero decirte, simplemente, que si tu jefe es un Cangrejo, tu trabajo estará mas seguro si cuidas la raya del pantalón, la pulcritud del peinado y la rapidez con que funcione tu cerebro que si le haces unas cuantas bromas e intentas ocupar el papel de coprotagonista. El protagonista es él, y si tu intención es impresionarle, mas vale que sepas que deja todo el humor de lado cuando se sienta tras su escritorio de caoba lustrada, con el retrato de la madre a un lado y al otro una fotografía de su familia reunida. No es prudente hacer chistes cuando uno tiene un jefe Cáncer. Conozco un empleado que cometió un grave error al dar la fecha de un envío a un cliente importante. Cuando su jefe Cáncer, muy bondadosamente dispuesto, le llamó para que diera explicaciones sobre el asunto, nuestro hombre le dijo alegremente: “Jefe, ya se que cometí una estupidez, pero si me da un par de días ya se me ocurrirá alguna excusa excelente”. Tal vez la ocurrencia hubiera sido un éxito en el antiguo vodevil, pero a su jefe no le hizo ninguna gracia, y al chistoso le costó el despido.
Esperemos que tú aprendas sin tener que sufrir la misma experiencia: el jefe Cáncer está en el mundo de los negocios con un solo fin, que es hacer dinero. Y punto. Dinero. Algo hecho de papel impreso, de distintos colores y con números diferentes, que significa la cantidad de poder, prestigio y lujos que se pueden comprar. Y eso se consigue trabajando mucho.
Cuanto mas trabajes, mas rectángulos de papel impreso en colores conseguirás, y con números mas altos. Tal es, en síntesis, la filosofía del Cangrejo, y será prudente que tú también la adoptes.
¿Conque te parece un poco estirado, no? Tal vez pienses que si se relajara un poco más, fuera menos estricto y creara una atmósfera más amistosa, no solo tendría más éxito, sino que seria más feliz también. ¿Es eso lo que se te ocurrió? Echa un vistazo a un ejemplar del Quien es quien, referido al mundo del comercio y de la industria. Los cumpleaños estivales serán los que predominen, y los de julio sobre todo. Después fíjate de nuevo en los nombres de Cancerianos que figuran al final de la sección “Como reconocer” a este signo solar. Comprobarás que tu cangrejo no debe de estar tan equivocado.
No importa a que negocio se dedique, el ejecutivo Cáncer está realmente en su elemento cuando se trata de traficar, ya sea en caballos o en calcetines, y en cualquier otra cosa que se te ocurra. Es un maestro en el arte de captar lo que gusta a la gente, y de ofrecérselo con sustanciales beneficios.
Hasta es posible que el canto de sirena del dinero le haya apartado de la educación que él mismo quería, y que sea un autodidacta. Y si no es así, puedes jugarte tranquilamente un mes de sueldo a que mientras iba a la universidad, tenía algún trabajo de dedicación parcial e iba reservando sus ahorritos. ¿A la universidad, he dicho? Lo más probable es que su primer empleo lo tuviera a los seis o siete años, cuando iba a buscar el pan o la leche a la vuelta de la esquina y le cobraba a su embelesada mamá una monedita por viaje. Pregúntale cuando tuvo su primer trabajo asalariado, y es probable que te quedes atónito. Pero así mejorarás tu imagen a los ojos de él; te respetará, y mentalmente tomará nota de que sabes pensar. De paso, ten cuidado con esas notas mentales que él toma, porque tiene una memoria de elefante. Es raro que un jefe Cáncer se olvide de algo, y eso incluye a que hora llegas, a que hora te vas y cuantas veces vas a lavarte las manos mientras estás en la oficina.
Pero también se acordará de las noches que te hayas quedado después de la hora de salida y de la vez que trabajaste todo el fin de semana para ayudarle a terminar un contrato importante, y entonces te recompensará, no solamente con justicia sino incluso con generosidad.

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