El niño Cáncer

Escríbetelo para que lo recuerdes y no vuelvas a sorprenderte todos los días de tu vida: el estado de ánimo de tu bebé Cáncer cambiará con tanta frecuencia como tú le cambias los pañales.
Para el pequeño lunar, este mundo es un lugar nuevo y extraño, donde lo fascinan las cosas deliciosas que hay para comer y beber, y le encantan todas las imágenes coloridas que pasan ante sus despiertos ojitos y quedan fijas en su memoria indeleble. Lo que experimenta ya no le abandona. Cuando sea viejo y de pelo gris, tu hijo Cáncer recordará hasta el último sentimiento y emoción, y podrá dar una imagen exacta de él.
Una de las mujeres Cáncer más encantadoras que he conocido nació en Europa y, cuando estaba enferma, cantaba hasta la última palabra de las canciones de cuna rusas que había oído de niña, aunque hacia ya casi medio siglo que estaba en Norteamérica. La mayoría de nosotros apenas si recordamos la melodía o las palabras de nuestras canciones de infancia.
Desde que desayuna hasta que se acuesta por la noche, la mente del niño Cáncer estará ocupada registrando lo que ve y lo que oye. Para los adultos de este mundo es difícil seguirle cuando trepa a la montaña lunar de sus sueños, o acompañarlo mientras vadea las corrientes de su imaginación luminosa. Sus emociones son intensas, coloridas y variadas, pero pese a todo muchas veces es un solitario.
Jugar con los bebés lunares puede ser divertidísimo. Son criaturas muy graciosas, de expresión extraña y ojos que hablan por sí solos. Sus facciones se mueven constantemente por efecto de la risa, la sonrisa o las lágrimas. Es interesante observar esas expresiones elásticas, pero más de una vez desearás que fuera mas fácil saber cuando se reirá y cuando se quedará mirando con esa mirada lejana mientras escucha la extraña música que oyen todos los niños lunares.
Son criaturas con muchas más necesidades emocionales que los niños Piscis. Mucho más que con ningún otro niño, con los Cáncer la influencia mas fuerte es siempre el temprano medio familiar. Desde la infancia hasta la adolescencia, los Cangrejitos se muestran tremendamente dependientes de las reacciones de sus padres y hermanos. Es posible que tu hijo lunar sea demasiado tímido para expresar sus verdaderos deseos, pero en secreto quiere que le atiendan, le mimen y le adoren. Si en su familia y sus amigos no encuentra la atención y la aprobación que necesita, el rechazo puede aplastarlo, simplemente. Tengo una amiga muy íntima que nació en julio. Una noche, tarde, en la cocina de su casa (¿dónde, si no?) estábamos hablando de su infancia y ella me contó que cuando era pequeña y estaba en la escuela primaria, los padres le daban diez o quince centavos por semana para gastar, pero ella nunca los gastaba; los ahorraba para poder conceder un premio.
“¿Premio por qué?”, le pregunté.
La maravillosa expresividad de sus facciones reflejo un ramalazo de tristeza. “Bueno, es que a fin de mes solía ofrecer cincuenta centavos al amigo que me había tratado mejor”.
Al principio, la cosa me divirtió y le hice pensar en todos los caramelos y placeres de que se había privado al dedicar toda su asignación semanal a premiar al que mejor la trataba, pero vi en sus ojos algo que me hizo callar.
Aunque durante la adolescencia tus pequeños Cangrejos puedan ser durante un tiempo rebeldes sin causa, por lo general durante los primeros años son fáciles de manejar y de corregir. Como para el Cangrejo su vida anterior es muy real, puede estar feliz jugando solo durante horas. Hasta es posible que tenga un compañero de juegos invisible, con un nombre tal como Boris o Betty, que le ayuda a amasar pasteles de barro, a plantar flores imaginarias o a jugar a los vigilantes y ladrones. El ficticio Boris o la fantaseada Betty son siempre bien educados y corteses. Siempre dejarán ganar a su amiguito Cáncer y cederán sin protestas a sus deseos de liderazgo. A veces, estos camaradas imaginarios desaparecerán durante semanas enteras, pero regresarán tan pronto como un compinche del vecindario o un compañero de la escuela, reales y vivos, hieran los delicados sentimientos lunares o se muestren demasiado prepotentes con el niño lunar. Dócil y tranquilo como son la mayoría de los de su signo, Cáncer es un signo solar de conductores. Pese a la ternura de sus emociones y a la suavidad de sus modales, no sirven para secuaces. Hay en ellos mucho individualismo e independencia de pensamiento.
Si tu retoño sigue la tendencia de la mayor parte de los niños de julio, se saldrá con la suya y será un poco malcriado en lo superficial. Sabe que el que no llora no mamá, y es capaz de ponerse bastante lacrimoso cuando no le hacen caso o le tratan con aspereza. ¡Ya verás lo que son lágrimas! Un niño lunar puede inundar la habitación con ríos de llanto; es como si alguien hubiera dejado abiertos los grifos de la cocina. Y si con toda esa humedad no consigue la ternura y la simpatía que necesita, el Cangrejito se convertirá en un hombre o en una mujer de corazón árido y ojos secos, incapaz de dar ni de recibir fácilmente amor, ávido de soledad, capaz de forjar muy pocos vínculos cálidos y condenado a la reclusión en la vejez.

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