El hombre Escorpio 1

Son hombres de temperamento explosivo que pueden dejar cicatrices para toda la vida. Cuando el Escorpión ataca con su mortífera cola, la picadura es cruel. No solo es que Escorpio disfrute ganando; es que tiene que ganar. Dentro de el hay algo que se extingue cuando pierde, incluso en pequeñeces; sin embargo, por raro que sea, el hombre de Plutón es normalmente buen deportista. Como todas las demás emociones, la desilusión no se trasluce en esos rasgos pétreos, y sus reacciones están rígidamente controladas, incluso sus intenciones románticas. Si hay buenas razones para evitar una relación, Escorpio arderá por dentro al tiempo que hacia fuera proyecta una glacial indiferencia. También es capaz de torturar cruelmente a una muchacha antes de decidirse por fin a cogerla de los pelos y llevársela a rastras a su jungla de madreselvas. Con seguridad habrá algunos novembrinos que se declaren caballerescamente, rodilla en tierra, y se conduzcan de manera impecable, esté o no presente el hermanito de su amada, pero no te dejes engañar.
En ese momento está actuando simplemente el deseo de Escorpio de mantener la dignidad a toda costa. Tu reputación debe ser intachable; con toda su naturaleza erótica, Escorpio no soporta el ridículo ni la vulgaridad.
La gente de Plutón puede mostrar un horror monjil al pecado –una actitud que produce líderes de intenso fanatismo religioso como Billy Graham– o dejarse llevar por la curiosidad de penetrar los más oscuros rincones del misterio humano. A veces, ambas actitudes se combinan y dan por resultado la hipocresía y el autoengaño de un Elmer Gantry o del Reverendo Davidson, en Lluvia.
Cada Escorpión es su propia ley, y se desentiende por completo de lo que piensen de él los demás. Aunque le gustaría ser respetado como un buen ciudadano, si la condición de tal interfiere con sus ideas o sus metas pasa a importarle un rábano, y los que murmuren de él pueden irse allá mismo, donde impera Plutón. Ninguna decisión importante se verá influida por la opinión de amigos, parientes, vecinos o enemigos… ni por la tuya, lamento decírtelo. Pero no te escapes todavía. Un dominio de sí y una seguridad en sí mismo tan notable pueden crear un espíritu poderosamente atractivo y libre, que no está de continuo pendiente de lo que los demás piensen. ¿Acaso la honradez, la integridad y el valor son tan mal negocio? Es posible que en el mercado actual hayan perdido importancia los valores auténticos.
Es toda una experiencia ver a un Escorpio bajo las negras nubes de la adversidad. Mientras otros no dejan de mascullar, deprimirse y gruñir, él acepta orgullosamente el desafío. Es raro que se hunda en la envidia o en la compasión de sí mismo, ya que casualmente, no es de los que creen que la vida les deba ni un penique. ¿Te imaginas cuánto tiempo se ahorra con eso? En vez de ofenderse y poner cara larga cuando se presentan verdaderos problemas, Escorpio los ataca sin vacilar. ¿Y los vence? Por supuesto, si para eso nació.
Hay una cosa un poquito aterradora y que puede exigirte cierto valor. A Escorpio le encanta el misterio, y si alguna vez uno se cruza en su camino, él lo resolverá en detalle. Como el eterno misterio femenino es el arma defensiva –y ofensiva– mas potente de una muchacha, verte despojada del tuyo puede darte la sensación de estar un poco desvalida. Cuando el empiece a indagarte con sus ojos ardientes y sus preguntas implacables, apenas si te quedarán secretos.
Las normas que respeta son elevadas, y no elige sus amigos al descuido; tienen que estar a su altura. Es un hombre excepcional y maravilloso, capaz de compartir entre hombres una jarra de vino y un humor picaresco y desenfadado como el del Arcipreste, y también sacar de su naturaleza profunda e insuperable los atributos que le conviertan en un enamorado tan tierno y delicado como Becquer. No se, realmente, que mas se puede pedir de un varón. ¿Sumisión y perdón? ¿Desapego y cautela? No seas injusta. Si desde el principio sabías que esas cualidades no son su fuerte.
Por sus propias e impenetrables razones puede ser cruel a veces, y hasta es posible que exhiba una veta de humor sádico y diga en presencia de amigos que tú eres gorda, torpe, regañona y tonta. Es su forma de hacer chistes; ríete, aunque te duela. Ya estabas advertida de que Escorpio tiende compulsivamente a ocultar sus motivos, y esa tendencia no se atenúa en el amor; hasta puede que se intensifique. No será él quien exhiba sus emociones auténticas delante de todo el mundo como un escolar vulnerable. Después, cuando estéis solos, te dirá lo que realmente siente.

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