El aragonito es una variedad de carbonato calcico que se presenta de dos maneras muy distintas. La primera está formada por una precipitación calcárea en las fuentes termales y la segunda variedad, que es la que aquí interesa, son formaciones cristalinas con apariencias de octaedros que pueden ir racimados. Se pueden encontrar bellos cristales columnares de tamaños adecuados. Generalmente son de colores turbios que van desde el blanco semitransparente a los tonos verdosos, pardos y amarronados. Es relativamente fácil de adquirir a buen precio en los establecimientos de minerales.
En el Lapidario de Alfonso X aparece citado en el grado 25 de Escorpio y dice así:
Es la piedra a la que dicen «mazintaricam» que quiere decir tanto como cosa que es gobernada de friura. Se hacen allí donde se juntan las aguas de lluvia. Piedra muy dura o pesada y de dos colores: uno verdoso y otro blanquecino. Tiene ramos gruesos y otros delgados y están trabados unos con otros.
La asocian con las dos estrellas unidas, la septentrional y la meridional que están sobre la figura del Hogar. Se trata de beta del Hogar, situada cerca del grado 24 de Sagitario.
Propiedades astrológicas del aragonito
El aragonito combina bien y armoniza las cualidades del segundo, tercer y cuarto Rayo, es decir Luna, Mercurio, Venus. El uso de esta piedra ayuda a comunicarse de manera dulce y amable, facilita el expresarse con un toque de gracia. Quien la lleva asiduamente aprende a cautivar la atención de los demás. Aporta ventajas en el ámbito familiar, transformando al que la usa en el privilegiado de la familia. Ayuda a asumir tareas domésticas y a amoldarse con gracia a los papeles sociales que le competen. En otro sentido ayuda a adquirir la propia vivienda o el negocio personal. Es ideal para aquellas personas que padezcan trastornos de conciencia, como la personalidad antisocial.
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