El circón se creía en la antigüedad que se trataba de un cuarzo porque lo encontraban junto con los jacintos. Esta piedra es un silicato de circonio de color transparente, algo anaranjado, a veces pardo o amarillento. Pero el que aquí nos interesa ha de ser limpio y transparente. Se compra en el mercado con el nombre de circonio. (No confundir con la circonita.) La manera más fácil de distinguir es observar que a través de la masa del circón, una línea pintada sobre una superficie clara, aparece la imagen desdoblada, cosa que no ocurre con la circonita.
Esta piedra no aparece en el primer lapidario alfonsino porque estaba en el signo de Piscis que, junto con el de Leo, están destruidos o desaparecidos. Sin embargo en el segundo lapidario, el de las faces o los decanatos, aparece y dice así:
De la primera faz del signo de León es la primera piedra que dicen «iargonca» blanca (jargón, circón) de la que hemos hablado en el grado 19 de Piscis. Su virtud es tal que el que la lleva consigo es poderoso entre la gente vil y necia.
Se corresponde con la estrella delta de Piscis situada sobre el grado 14 de Aries.
Propiedades astrológicas del circón transparente
Es, como dice la tradición, una gema que hace aparentar y crecer el mérito personal delante de las personas poco cultivadas o de poca sensibilidad, o como dice la tradición textualmente: Hace a quien la lleva poderoso sobre las personas torpes e ignorantes. En sentido general esta gema facilita el desarrollo y la expansión personal, activa la voluntad y aumenta la confianza en sí mismo. En lo social aporta algún logro, otorga privilegios de cualquier tipo, acrecienta los beneficios económicos y proporciona satisfacciones. A nivel psicológico su resonancia mejora la capacidad de organización favoreciendo las perspectivas de ascenso en la vida, siempre que tenga que moverse entre gente de escala social mediocre o baja.
Volver a Gemas y astrología