Crisocola

La crisocola es un mineral microcristalino con agregados racimosos de un bello color verde y azulado. Es una piedra opaca compuesta por silicato de cobre hidratado, con un brillo vitreo graso, muy agradable a la vista. Se pueden encontrar crisocolas interpenetradas en cuarzo, turquesa o malaquita, pero la más interesante para nuestro trabajo debe tener un color azul celeste mezclado con vetas o manchas verdes. Es relativamente fácil de adquirir en tiendas de minerales especializadas.
En el lapidario alfonsino aparece citada en el grado 6 de Sagitario y dice así:
Es la piedra que dicen apegador de oro, y tiene este nombre porque lo junta todo en uno, por menudo que sea. Es hallada en tierra de Armenia. De color es de hojas de puerro verdes, aún algo más tinta. Es buena para los ojos, pues quita la sarna de ellos y sana de la enfermedad que llaman oftalmía porque pega las partes de ellos las unas con las otras. Los orífices sueldan con ella el oro.
La relacionan con la estrella septentrional de las tres que están en el brazo izquierdo del Hombre que está de rodillas. Se trata de la Ny de Hércules, situada cerca del grado 29 de Sagitario.

Propiedades astrológicas de la crisocola

Esta piedra representa la combinación armónica del cuarto y sexto Rayo, es decir de Venus y Júpiter. La crisocola suele dar unos resultados espectaculares para reunificar y reconciliar parejas en situación crítica. Lo importante es que la usen ambos interesados. Cumple la función de reunir lo separado. Actúa sobre el área de la mente abstracta y los afectos sentimentales, potenciando el mundo romántico ante el amor propio mal entendido o las ofensas sentimentales. Incita al perdón y a la reconciliación afectiva. En otro sentido facilita los golpes de fortuna, atrae la riqueza, el bienestar y la felicidad.

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